Unos 70 voluntarios trabajaron sin descanso para mantener a los cetáceos a flote pese a que pesan una tonelada y media.
Las autoridades encontraron solo a 15 de los cetáceos con vida y consiguieron devolver 13 a alta mar durante el fin de semana, pero cuatro volvieron a quedar varadas y murieron, explicó Sioux Campbell, portavoz del Departamento de Conservación.
"Afortunadamente, no hemos visto a las ballenas hoy, lo que es una buena noticia. Estamos muy contentos de poder haber salvado a las ballenas con la ayuda de la comunidad", dijo Campbell.
Unos 70 voluntarios trabajaron sin descanso para mantener a los mamíferos a flote y respirando pese a que pesan una tonelada y media.
Hace dos años, más de cien ballenas piloto fueron atrapadas en la misma playa de Nueva Zelanda, que como la vecina Australia ve cada año como cientos mamíferos marinos pierden la vida en sus costas.
Los científicos desconocen la razón por la que algunas especies de cetáceos acaban sus días en las playas, y barajan la posibilidad de que acuden atraídas por los sonares de grandes buques o que sigan a un cabeza de grupo desorientado por enfermedad.
-EFE-
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