AFHS: Carlos Cabrera ya sabe que don Alejo está mintiendo

El padre de Charo se cae en el baño justo cuando entra Lucho que pide auxilio a gritos. Toda la familia trata de ayudarlo pero solo entorpecen las cosas. Charo decide llamar a Carlos para pedirle que venga a ver su padre y le comenta que está prácticamente desahuciado y que esta caída podría adelantar su fin.

Francesca le comenta a Carlos que permitirá que Bruno y Zuzú vivan en la casa Maldini. “Es un mendigo ahora, no tiene plata ni para caerse muerto”, le informa. Carlos no está de acuerdo debido a que Bruno siempre lo insulta pero respeta la decisión de Francesca.

Reyna le lleva al funcionario de la embajada de Estados Unidos la sopa seca que le había prometido. El extranjero le pregunta por Shirley y entonces Reyna se lleva al estadounidense y llama a Shirley para decirle que vaya lo más pronto posible a su casa porque le tiene una sorpresita

Carlos llega a la casa de los González para ver a don Alejo. El propio padre de Charo le dice a ella y a Teresa que prefiere que el doctor lo vea a solas. Le examina los pulmones con el estetoscopio y le pide el diagnóstico que tenía en Huamanga. “Está totalmente sano y creo que acá hay una mentira y no sé si es de usted o de Charo”, le dice.

Reyna llega a la casa de los González con el funcionario estadounidense que dice llamarse William Johnson. “¿De qué parte de Disneywork eres?”, le pregunta. “No soy de Disneywork sino de Ohio””, le responde. Y en eso llega Shirley y se encuentra con William y se pone muy feliz.

El padre de Charo admite ante Carlos que es él quien está mintiendo y que la familia que no tenía ahora se preocupa por él. “Compréndeme, yo tenía que amistarme con mi hija de cualquier manera. Yo la traté muy mal, me porté como el peor padre del mundo, y ella es tan buena”, le dice. “Yo le voy a decir todo esto inmediatamente a Charo”, le dice Carlos. “Yo voy a hablar con ella, no le digas nada por favor”, le pide Alejo.

Reyna le dice a William que le calentará su sopa seca. “Me gusta mucho pero más me gustas tú”, le dice William a Shirley. Reyna los deja almorzando y Shirley le dice a William que después que terminen de almorzar quiere jugar un juego.

Carlos les informa a los González que por ahora Alejo está bien. “Cualquier cosa, te avisamos”, le dicen. El doctor se va y los González empiezan a rezar por la salud de Alejo. Charo acompaña a Carlos y le pide que por favor le diga toda la verdad. “¿Cuánto tiempo de vida le queda?”, pregunta angustiada y Carlos no sabe qué responderle. “¿Crees que está a punto de morir? El vino a Lima para morir aquí, por favor dime la verdad, cuánto tiempo le queda?”, le pide. “Charo, tu papá está mal”, le dice y Charo rompe a llorar y Carlos la abraza. Monserrat ve todo desde la terreza de la casa de los Maldini y corre a la habitación de Francesca y, como siempre, entra sin tocar. “¡Es una emergencia, la señora Charo le está quitando su novio!”, le advierte.

Shirley y William terminan de almorzar y ella le propone jugar la botella borracha. Y así ella hace girar la botella y el pico la apunta. “Yo mando y tú obedeces”, le dice. Y lo que hace es besar al extranjero sin darse cuenta que su padre acaba de llegar a la casa. “¡Shirley, qué haces!”, grita angustiado. Llega Reyna y pregunta por lo que está pasando. “¡Me encontré a Shirley besándose con un gringo detrás del sofá!”, grita indignado. Reyna se acerca y abraza a su hija y empiezan a saltar de alegría ante un atónito Lucho.

La policía detiene a Pepe y Tito y les pide toda la documentación del mirobús que conducen y al parecer todo está en orden. Pero los policías encuentran un paquete con un extraño polvo blanco y a pesar de que insisten en que es chuño, los detienen.

Joel sube con su escalera a la ventana del cuarto de Fernanda y ella le dice que ya no quiere hacer nada para recuperar su amor. “¿Qué estás tramando?”, le pregunta y ella finalmente lo despide y Joel está desconcertado.

Alertada por Monserrat, Francesca sale dispuesta a encarar a Charo y a Carlos, ya que la empleada le ha dicho que están bien abrazados. Pero se encuentra con Hiro que la detiene antes de que vaya a cometer un error. Le dice que el padre de Charo está muriendo y Carlos la estaba consolando en un momento tan duro para ella. “Eso es todo”, dice el mayordomo oriental. “¡¡Monserrat!!”, grita furiosa Francesca.