Durante el gobierno de Joe Biden se facilitó el regreso a EE.UU. por razones humanitarias de militares veteranos deportados. Pero la medida podría ser eliminada por Donald Trump.
El próximo 20 de enero de 2025, Donald Trump asumirá la presidencia de Estados Unidos y miles de inmigrantes se encuentran a la expectativa de las medidas que vaya a tomar el político y empresario republicano.
Un grupo que ha mostrado su preocupación ante ello son los veteranos que fueron deportados, pero gracias a una medida de Joe Biden, han podido regresar a EE.UU. El último beneficiario con esta iniciativa es Rubén Robles, quien luego de vivir 27 años deportado en México, volvió a USA el pasado jueves 5 de diciembre.
Te recomendamos
Veteranos deportados en USA
En julio de 2021, Joe Biden firmó una orden ejecutiva en la que requería a los secretarios de Seguridad Interior, de la Defensa y de la Administración de Veteranos, facilitar el regreso por razones humanitarias de militares veteranos deportados.
Robert Vivar, un activista y religioso que ha defendido consistentemente a los veteranos deportados, explicó a EFE que durante este programa han regresado unos 25 exmilitares que por diversas razones habían sido expulsados, pero todavía quedan otros 15 que están en el proceso tan solo en Tijuana, México.
Ahora que el exmandatario y presidente electo Donald Trump regresa, “tenemos temor de que el programa se vaya a descartar, aunque no debiera desecharse, porque este no es un problema migratorio, es un asunto militar, de veteranos”, dijo Vivar.
Créditos: YouTube | Noticias Telemundo
El caso de Rubén Robles
Tom Homan, nombrado por el presidente electo como el "zar de la frontera", ha dicho en entrevistas que las medidas migratorias impuestas por Biden han sido un "suicidio nacional" y se deben derogar.
Pero la historia de Robles ejemplifica por qué los veteranos merecen el programa humanitario. El mexicano llegó a los tres años de edad a Texas con su madre, una residente legal. Cuando Robles era joven se le dificultaba encontrar trabajo, por eso cuando le ofrecieron U$D 2 000 por inscribirse en las Fuerzas Armadas aceptó y fue enviado a Alemania, donde cumplió su servicio.
Tras su regreso a California consiguió empleo y llevó una vida normal hasta que un compañero de trabajo alcoholizado lo agredió. Robles dice que fue acusado erróneamente de iniciar el pleito. El lío legal culminó en su deportación y la pérdida de su residencia permanente.
De un momento a otro, el veterano se vio en Tijuana, México, donde nada ni nadie era conocido, con muy poco dominio del idioma español, sin documentos para buscar trabajo y sin recursos. Robles recordó que al principio vendía algunos dulces a los transeúntes para sobrevivir.
Hoy todavía lamenta que después de querer ofrendar su vida por el país, lo hayan desechado, dice, con tanta facilidad y falta de empatía.
El presidente electo ha prometido poner fin a la mayoría de programas establecidos por la administración Biden, y tanto los activistas como los veteranos urgieron al republicano a continuar con el beneficio.
Comparte esta noticia