El estudio también revela que un 38% de los adolescentes resultaron agredidos físicamente en estas peleas.
El Ministerio de Salud (Minsa) informó que un 37.8% de alumnos, entre el segundo y cuarto año de secundaria, estuvieron involucrados en una pelea física una o más veces en el último año, por lo que se hizo un llamado a los padres de familia o tutores para que sean los principales modelos de conducta de sus hijos.
La cifra es resultado de la Primera Encuesta Global de Salud Escolar que realizó el Minsa con apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en 50 instituciones educativas a nivel nacional.
El estudio también revela que un 38% de los adolescentes resultaron agredidos físicamente en estas peleas, mientras un 49.5% sufrieron lesiones que por lo menos le hicieron perder un día de clases u ocasionaron que buscara asistencia médica.
Otra cifra que preocupa es la participación de las mujeres en estas peleas (22%), aunque la cifra es menor en comparación a los varones (52.0%). La Encuesta Global fue realizada a 2,882 escolares entre noviembre y diciembre del año 2010. El 81.8% de los escolares encuestados tiene entre 13 y 15 años.
Según indica la psicóloga Nency Virrueta, de la Dirección General de Promoción de las Personas (DGP) del Minsa, las cifras que arroja el estudio demuestran que las relaciones violentas entre la pareja se reproducen en los hijos e hijas.
“Esta forma de relacionarse en el ámbito familiar es causante de efectos negativos en el desarrollo emocional, cognitivo y social de los hijos, al ser testigos de la violencia, sin importar la edad. Este comportamiento violento se transmite de generación en generación perpetuándose”, indicó la especialista.
Manifestó que los niños y adolescentes que conviven en hogares violentos presentan frustración, angustia, no controlan sus impulsos, presentan conductas pre delincuenciales, sienten tristeza, depresión, dependencia emocional, asilamiento, soledad, miedo y alto riesgo a consumir alcohol y drogas.
El psicólogo José Avendaño, también de la DGP, advirtió que los adolescentes se encuentran constantemente expuestos al aprendizaje de conductas violentas en la familia, el colegio, Internet y los medios de comunicación, por lo que es importante que la familia sea el principal modelo de conducta.
ANDINA
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