Chofer de la empresa de transportes se percató de la presencia de un auto que lo venía siguiendo muy de cerca.
En un episodio más de su labor itinerante, cubriendo la ruta Lima- Huancayo, Ramiro Lazo Pérez jamás hubiera imaginado un robo al bus en pleno movimiento. Fue a la altura del kilometro 10 de la Carretera Central, cuando el incrédulo chofer vio que un auto lo seguía muy de cerca, pegado a la bodega de equipaje.
Sin dar mucha importancia al hecho y concentrado en el viaje de madrugada, al momento de dar una curva el vehículo de transportes impactó con el sospechoso auto, el cual, sin opción de maniobra alguna, se despistó quedando varado en la cuneta de la pista.
Momentos después del choque, el chofer bajó con su ayudante, Rubén Julca, quienes asombrados encontraron la bodega abierta y, acto seguido, dos personas escapando del vehículo estrellado.
Dentro del auto se hallaron tanto costales como sacos de golosinas, los cuales pertenecían a la pasajera Noemí Roca Romaní, así como un fierro de construcción limado, el cual había sido utilizado para abrir la puerta de la cámara de equipaje.
Según fuentes del diario Correo, personal de la SEINCRI, de la comisaría de La Oroya, ha empezado las investigaciones del caso; no obstante, no se descarta que se pueda tratar de una banda que, mediante la modalidad del ‘patinaje’, asalta las bodegas de los buses interprovinciales.
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