Más de mil habitantes votarán en un referendo para dcidir si construyen un brazo de tierra artificial para unir ambos territorios, los mismos que se desvincularon en el siglo XVIII.
Los 1200 habitantes de dos islas alemanas votan hoy en un referendo si construyen un brazo de tierra artificial para unir ambos territorios, recuperando así la conexión original entre ambas que destrozó una tempestad del siglo XVIII.
El plan a debate, que supondría un aumento del 25 por ciento de la superficie de las islas, pretende revitalizar las islas Helgoländer, las dos únicas en mar abierto de Alemania, conocidas como destino turístico trasnochado y enclave libre de impuestos donde adquirir alcohol y tabaco baratos.
A primera hora de la tarde la participación era alta, pero las autoridades no prevén contar con los resultados definitivos hasta esta noche.
El proyecto, con un coste total de 100 millones de euros, implica la creación de una lengua de tierra de 850 metros por 300 metros en la que se construirían una playa, varios hoteles y un centro de congresos, según el alcalde de Helgoland, Jörg Singer.
Entre los valedores del plan se encuentran la clase política y el sector turístico local, que pretenden revitalizar la isla como destino vacacional y generar empleo.
Entre los detractores de la reunificación destacan los grupos ecologistas, que consideran el proyecto perjudicial para el medio ambiente, y varios colectivos de vecinos, que temen que la afluencia de turistas perturbe su actual tranquilidad.
Helgoland era un territorio unificado hasta que en 1720 una terrible tormenta destrozó el brazo de arena central y dejó separadas las dos actuales islas.
EFE
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