"Temen que la nueva pareja busque solo el dinero", señala el representante de la agencia de detectives Winterman, en España. Esta situación se ha agudizado por la crisis económica que vive el país europeo.
Los detectives han constatado en España un aumento de las familias que, en el marco de la grave crisis económica, investigan a la nueva pareja de uno de sus miembros porque temen que peligre el patrimonio familiar, según la agencia de investigadores privados Winterman.
“La crisis económica ha disparado los casos de familias que contratan a un detective porque temen que la nueva pareja de un familiar busque solo el dinero”, explicó el presidente de la agencia de detectives Winterman, Josep María Vilamajor.
En su opinión, el perfil del miembro de la familia que puede poner en peligro el patrimonio familiar es “un hombre de más de 40 años que se casa o pretende casarse con una mujer joven, a menudo extranjera”.
Generalmente, la persona que acude al despacho del detective es un hermano (los padres ya son mayores), que cree que su cuñada miente sobre su pasado y se ha casado o se quiere casar por conveniencia.
“El último caso que hemos investigado es el de una joven cubana que hizo creer a la familia que era farmacéutica, cuando en realidad se dedicaba a la prostitución”, explicó Vilamajor, cuya agencia investigó treinta casos de ese tipo en 2010, mientras que en 2009 fueron sólo doce y en 2008 ninguno.
“Los matrimonios entre autóctonos y extranjeros hace tiempo que están aumentando. Sin embargo, los casos han empezado a llegar a las agencias de detectives hace muy poco, por lo que parece claro que la desconfianza está directamente ligada a la crisis”, agregó.
Asimismo, se han incrementado las investigaciones por ocultación de bienes, ya que “cada vez hay más gente que no puede cobrar el dinero que le deben, porque el deudor se declara insolvente y utiliza testaferros para esconder su capital”.
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