El maltrato del hombre hacia su pareja suele comenzar con agresiones psicológicas, que después de años pueden terminar en un ciclo de violencia cada vez más constante.
La violencia contra la mujer es noticia de todos los días. Uno de los últimos casos conocidos públicamente ha sido el de Carlos Ramos, acusado de golpear con diez martillazos a su pareja de 28 años en Pisco. Ante este y muchos casos más, ¿por qué los hombres llegan a tal espiral de violencia? ¿Las mujeres pueden hacer algo?
Para Eliana Ayín, responsable del área de Psicología del Programa Jacarandá de la Municipalidad de Miraflores, esta situación de violencia ocurre cuando “la agresión psíquica y física se convierte en un estilo en la relación y es la única forma de resolver los problemas de la pareja”.
El maltrato del hombre hacia su pareja suele comenzar con agresiones psicológicas que terminan por deteriorar la autoestima de la mujer. “El agresor busca desestabilizarla con insultos sutiles o graves y además termina por alejarla de todas sus redes sociales como la familia y amistades”, explicó Ayín.
Es común que la dependencia económica de la mujer hacia su pareja le impida terminar con una relación violenta. Los hijos son otro factor que mantiene a la mujer junto al agresor. Sin embargo, “una mujer no puede permitir la violencia y cuando ella permite agresiones reiteradas se alimenta esta violencia”, señaló Ayín.
El ciclo de la violencia
En la primera etapa de las agresiones la mujer tiene un actitud pasiva e inactiva. “No suele enojarse con el agresor para no crear conflictos o minimiza los incidentes creyendo que no son tan importantes. Esta conducta va creando en la mujer una acumulación de tensión que va en aumento”, dijo la psicóloga.
A esta primera etapa le sigue “un episodio de agresión donde la mujer es golpeada y maltratada por el hombre, quien manifiesta un descontrol total. La víctima suele pedir ayuda e incluso denunciar el hecho, pero el hombre tiende a arrepentirse mostrándole muestras de afecto”, indicó.
El tercer momento de este ciclo es conocido como la etapa del arrepentimiento o luna de miel. “La mujer vive el ideal de futuro cambio de la pareja, que hace que ella se mantenga en la relación. Esta ilusión puede durar años pero no hay cambios verdaderos. El problema está en que no se buscó ayuda”, acotó.
Al poco tiempo, la mujer regresa a la etapa de acumulación de tensión, luego al primer episodio de agresión, de arrepentimiento por parte del hombre y la violencia se hace cíclica. “Con el tiempo este ciclo se vuelve más corto y las agresiones más violentas y constantes”, advirtió la especialista.
Signos de alarma
Las agresiones o actitudes violentas del hombre en una relación de pareja, según Ayín, se pueden identificar desde el enamoramiento y pueden durar años. No obstante, explicó que “la violencia psicológica es más peligrosa, pues no se denuncia, no es evidente y suele durar más tiempo”.
Ayín dijo que la tendencia del hombre es ser controlador y busca controlar la relación de pareja. “El hombre violento quiere controlar a su pareja, invade su privacidad, le incomodan sus amigas incluso mujeres, cuando discute impone su voluntad y amenazan con terminar la relación si no se hace lo que el quiere”, dijo.
“En el aspecto mas íntimo pueden haber caricias sin consentimiento o haber a su pareja para tener relaciones sexuales”, advirtió. Pero lo que más alimenta la violencia, según Ayín, es cuando la mujer permite reiteradas acciones que después no puede controlar.
“Se debe poner límites desde la primera agresión psicológica que se dé y no permitir que el agresor vaya más allá. Desde el primer rasgo que uno vea que no esté bien, que la situación se está yendo de las manos o una sensación de intranquilidad con la relación, se debe buscar ayuda o consejo”, precisó.
Y agregó que “si el agresor no cambia, la víctima debe terminar con la relación a no ser que este busque ayuda especializada” y agregó que si la violencia se da por años, la mujer tiene que buscar ayuda especializada, así como recurrir a las redes sociales que una vez dejó por presión del hombre.
¿A quién recurrir?
- Psicólogos y psiquiatras privados
- CEM o Centro Emergencia Mujer que brinda apoyo gratuito en el área psicológica, legal y social a las víctimas de violencia sexual y familiar.
- Línea 100, servicio que da orientación a las víctimas de violencia.
- Chat 100, que brinda asesoría psicológica interactiva a a jóvenes sobre el enamoramiento y relaciones de pareja ingresando a www.mimp.gob.pe/chat100
- CAI o Centro de Atención Institucional que ayuda a los agresores a detener actitudes violentas y asumir responsabilidades.
- Comisarías para denunciar violencia física o psicológica.
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