Coronavirus: Niños y vacunas de la Covid-19

Por: Dr. Manuel Loayza, epidemiólogo y docente de posgrado de la Universidad Norbert Wiener

Como sabemos, las vacunas se utilizan para reforzar el sistema inmunitario y prevenir enfermedades que podrían conllevar a la muerte. Como resultado de esta inmunidad la persona no se enferma o solo llega a desarrollar síntomas leves.

En ese sentido, la vacunación contra enfermedades inmunoprevenibles en niños se ha convertido en una de las estrategias más importantes en el mundo para disminuir la morbimortalidad. Actualmente, existen diversas vacunas pediátricas para la polio, sarampión, paperas, varicela, entre otras, y todas han sido aprobadas siguiendo los protocolos de seguridad después de los ensayos clínicos correspondientes en adultos y adolescentes que toman algunos años.

En el caso concreto de la vacuna para el virus de la COVID-19, existen más de 100 candidatas alrededor del mundo las cuales han sido testeadas solamente en pacientes adultos. Esto quiere decir que, hasta el momento, ninguna de ellas se ha probado en niños; a pesar de que ellos también pueden desarrollar la enfermedad y contribuir con el contagio de las personas, sobre todo en su núcleo familiar.

De acuerdo con los datos del Centro Nacional de Epidemiologia, Prevención y Control de Enfermedades del Ministerio de Salud, hasta el 12 de enero de este nuevo año, del total de casos positivos para COVID-19, cerca del 3,8% son menores de 11 años y la letalidad en este grupo es de 0.39%; valores que están, evidentemente, por debajo de la letalidad en adultos.

Una interrogante que se desprende de lo antes mencionado es ¿cuándo podríamos contar con una vacuna pediátrica contra el virus de la COVID-19? Para responder es importante saber que los niños tienen un organismo más vulnerable y en desarrollo, por ello su respuesta inmune podría presentar diversos problemas inesperados durante ensayos clínicos de vacunas recientemente desarrolladas y con poco tiempo en el mercado como la de COVID-19. Entonces, para iniciar ensayos en adolescentes y progresivamente en niños es importante tener una certeza mayor de la efectividad en personas adultas.

La vacuna pediátrica contra la COVID-19 tiene aún un largo camino por recorrer, pero con el pasar del tiempo debería ser también una realidad.