Científicos constataron que las personas tienden a comer más cuando no duermen bien.
Miembros del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn) de España, han demostrado que dormir una hora adicional por la noche ayudaría a controlar la obesidad infantil, manteniendo un índice de masa corporal más bajo y estar menos expuestos a la obesidad los cinco años posteriores.
Algunos estudios han evidenciado que muchos niños obesos presentan una disminución en las horas de sueño, ya sea por pasar muchas horas delante del televisor, computadora o videojuego o por presentar algún tipo de trastorno, como la apnea, el insomnio, o los ronquidos.
Además se ha constatado también que "sólo una hora de más disminuiría hasta un 36% la posibilidad de que los niños sufran sobrepeso" apunta la Dra. Empar Lurbe, investigadora de la red especializada en nefrología pediátrica.
La consecuencia más importante de estas alteraciones neuroendocrinas es el aumento del apetito, especialmente por alimentos hipercalóricos y ricos en hidratos de carbono, para intentar sustituir la energía que no se recuperó por la falta de un sueño reparador. Y esto acaba provocando una sobrealimentación y, en último término, ganancia de peso.
Los científicos constataron que las personas tienden a comer más cuando no duermen bien, aparte de que los trastornos del sueño interfieren con los mecanismos de control del metabolismo que regulan el apetito y los niveles de actividad física. Por ello, la falta de sueño o su mala calidad deriva en una disminución sustancial del ritmo metabólico y la caída en los grados de ejercicio físico, lo que incide en la acumulación de grasa.
Comparte esta noticia