La investigación, publicada en la revista Cancer Research, apunta que un paseo relajado no tiene el mismo efecto.
Caminar a buen ritmo durante al menos tres horas semanales puede reducir a la mitad las posibilidades de crecimiento del tumor y de propagación de las células cancerígenas de la próstata en los dos años siguientes al diagnóstico, según publica la revista Cancer Research.
Un equipo de investigadores de la Universidad de California en Estados Unidos, descubrió que realizar ese ejercicio puede tener un efecto en la progresión del cáncer porque modifica los niveles en sangre de algunas proteínas que, según han demostrado, estimula la propagación de las células cancerígenas.
Sin embargo, los autores del estudio aseguran que estos hallazgos deben ser interpretados con cautela porque los participantes solían ser más jóvenes, más delgados y no fumadores, lo que también podría explicar las diferencias observadas respecto a los que hacían menos ejercicio.
"Parece que los hombres que caminan de forma enérgica tras su diagnóstico pueden retrasar o prevenir la progresión de su enfermedad", aseguró el investigador que lideró el proyecto, Erin Richman. Explicó que "el beneficio de andar depende realmente de cuán rápido se hace. Pasear tranquilamente no parece tener ningún beneficio".
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