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El cerebro de un corrupto es capaz de adaptarse a la deshonestidad

Elmer Huerta, Consejero Médico de RPP Noticias, explica cómo funciona el mecanismo cerebral de una persona corrupta y cómo se incrementan sus mentiras.

El Perú se encuentra en vilo una vez más por escándalos de corrupción. En este contexto, el Consejero Médico de RPP Noticias Elmer Huerta comentó sobre el proceso cerebral que se desarrolla en la mente de una persona corrupta y cómo se explica que esta pueda llegar a ser deshonesta en mayor o menor medida.

Según cita el especialista, un estudio de 2016 del University College of Londres explica que la amígdala cerebral disminuye su actividad cuando el corrupto va perdiendo el miedo a ser deshonesto y se acostumbra al delito.

Los investigadores británicos invitaron a 55 voluntarios a participar en un juego que los tentaba a engañar a sus compañeros para ganar dinero de manera deshonesta. El juego estaba diseñado para que cada corrupto incrementara sus mentiras conforme avance las dinámicas y se acostumbre a ellas. “El cerebro humano es capaz de aceptar y adaptarse a la deshonestidad. Empieza de a pocos y va cometiendo delitos cada vez mayores”, agrega Huerta.

Durante la prueba, una resonancia magnética funcional estudiaba la reacción de la amígdala cerebral de la persona que engañaba.

 

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La amígdala cerebral del corrupto disminuye mientras este va perdiendo el miedo a la mentira.

El estudio descubrió que con los primeros actos deshonestos la actividad de la amígdala se activaba con fuerza, pero luego, con cada subsecuente acto deshonesto, la actividad disminuía progresivamente. De esta manera, la amígdala cerebral se iba acostumbrando a los actos deshonestos.

“Los especialistas se preguntan si este fenómeno puede ocurrir en cualquier persona. ¿Por qué ocurre en ciertas sociedades y no en otras?”, se pregunta Huerta. Los expertos británicos que dirigieron el estudio afirman que el mayor problema no está en el funcionamiento del cerebro humano del corrupto, sino en el sistema corrupto en el que vive la persona.

Si la corrupción es concebida como normal en un país, los niños y adultos empezarán a engañar cada vez más. Una manera de luchar contra la corrupción es creando una red de honestidad en el país.

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