El reto de tener médicos que comuniquen diagnósticos con empatía

Luis Abanto Morales falleció el 14 de junio de 2017 a los 94 años, después de cinco meses de hospitalización, por complicaciones renales. Tras su muerte, Nancy Abanto, hija del intérprete de “Cholo Soy”, comentó que los médicos no dejaron que la familia del cantante permaneciera junto a él en sus últimos minutos de vida. Un tema común en los hospitales, principalmente cuando los pacientes son ingresados a áreas restringidas como cuidados intensivos o intermedios.

La medicalización de la muerte es el término que se utiliza para definir cuando los médicos no permiten a la familia estar cerca de sus familiares en sus últimos momentos. ¿La razón? Falta de entrenamiento. Los galenos ven a sus pacientes como meros entes biológicos y no en su condición de seres humanos. Elmer Huerta explica que esto se debe a que no reciben un entrenamiento que fortalezca su empatía y comunicación en esos momentos cruciales.

“La escena es típica en los hospitales cuando el paciente está en coma o entubado y los especialistas dan sus reportes. Todos dicen que las funciones orgánicas van bien, pero nadie dice que el paciente en su totalidad va a morir. Pese a que se tiene información previa sobre la proximidad de la muerte, la noticia siempre llega a los familiares como una sorpresa”, comenta

Huerta explica que herramientas comunicativas para dar a conocer noticias relacionadas a la muerte a los familiares de los pacientes deben formar parte del currículo médico tanto como un curso de anatomía o fisiología.

“En las escuelas de Medicina no se enseña esa importante habilidad. Los estudios indican que solo 1 de cada 10 familias recuerda haber hablado sobre la muerte con el doctor, ya hay algunas iniciativas que están entrenando a médicos graduados en cómo hablar de un tema tan importantes”, afirma.

El asesor médico de RPP Noticias expone que cuando los galenos comunican correctamente estos importantes temas, los pacientes tienen mejor calidad de vida, menor ansiedad, menor número de hospitalizaciones innecesarias y mayor unión y armonía familiar.

“Es sorprendente cómo en esta sociedad tan moderna en la que vivimos, hemos llegado a medicalizar un evento tan natural como es la muerte, a quienes muchos médicos ven como un enemigo al que hay que evitar a toda costa, en vez de considerarlo como lo que es: el otro lado de la moneda que es la vida”, finaliza.