En algunos, la Navidad genera un efecto depresivo que despierta un sentimiento de rechazo y frustración.
Vivir bien
Navidad
Aunque la Navidad para muchos es sinónimo de felicidad, paz y de unión entre familiares y amigos; existe otro gran grupo de personas que sufre un bajón emocional precisamente durante esta fecha. No se sienten identificados con las canciones, los banquetes, los regalos; esas tradiciones les genera malestar y frustración.
El efecto 'depresivo' de la Navidad, caracterizado por tristeza, aburrimiento y fastidio, puede verse influenciado por un efecto social. "Si no tiene muchas redes de apoyo, ya sea porque vive lejos, tiene conflictos con su entorno o no es muy sociable ", comenta el psicoterapeuta José Baldeón.
Por otro lado habrá quienes sientan que el espíritu navideño se acabó con la infancia, ya que la familia está incompleta, quizá porque algunos de sus integrantes migraron o murieron.
Entonces, despierta un sentimiento de rechazo y frustración por una festividad que ya no les nace celebrar. "Creen que el momento ya no es el mejor y no pueden expresar emociones que no sienten", señala el psicólogo clínico Christian Martínez.
Además, hay que considerar una carga alta de estrés, producto del dinero que hay que desembolsar en regalos, viajes, reuniones y la cancelación de deudas.
Vivir bien
Depresión
La Navidad implica toda una vorágine publicitaria y social, afortunadamente tenemos recursos emocionales para evitar caer en una depresión. El psicoterapeuta José Baldeón nos da algunas pautas que se pueden poner en práctica:
1. Evita el aislamiento. Es mejor buscar conexiones o vínculos cercanos con amigos o familiares, porque así se amortigua la tristeza.
2. Renueva tus pensamientos. El depresivo tiende a ser pesimista, así que una carga de ideas positivas, ayuda.
3. Eleva tus niveles de serotonina. Este neurotransmisor responsable de mantener en equilibrio nuestro de ánimo, baja cuando estamos depresivos. Ayuda hacer ejercicio físico o ver películas que hacen reír.
4. Recibe abrazos espontáneos. incluso si vienen de un extraño.
5. Evoca los momentos gratos. En el caso de las personas que han sufrido la pérdida de un ser querido, el pensar que sus recuerdos le pertenecerán por siempre, alivia la pena y ayuda al duelo.
5. Acepta tu realidad. Apreciar lo que tienes, no es señal de conformismo. Al contrario, es un ejercicio que permite ver la solución de cosas que nos afectan emocionalmente.
6. Si quieres llorar, hazlo. Desahógate y libera tus sentimientos con gente de confianza.
Recuerda, la depresión de Navidad es transitoria. En cambio, si hablamos de algo patológico es necesario un tratamiento terapéutico y hasta farmacológico.
Ten en cuenta que estamos protegidos, si logramos un "equilibrio emocional" basado en cuatro pilares: la familia, la pareja, los amigos, el trabajo o estudio.
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