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Para frenar la extinción de sus especies nativas, el Gobierno de Australia busca redoblar su "guerra" contra los responsables de la muerte diaria de al menos cuatro millones de reptiles, aves y mamíferos en el país oceánico: los gatos.
Las autoridades ya llevan años de guerra contra los gatos salvajes, que no son autóctonos del país y que han jugado un papel clave en la extinción de 34 especies de mamíferos y actualmente atentan contra la supervivencia del bilby (Macrotis lagotis), un marsupial parecido a un conejo, y otras 200 especies amenazadas nativas.
En este fuego cruzado, ahora quieren intensificar su lucha contra los gatos salvajes y, además, imponer controles a los ejemplares domésticos que merodean descontroladamente por las calles.
"Estimamos que estos gatos (domésticos) matan a alrededor de un millón de animales cada 24 horas", explicó hoy a EFE el académico y miembro del Consejo de la Biodiversidad de Australia, John Woinarski.