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El cohete europeo Ariane 6 logró poner en órbita los 10 microsatélites que transportaba, lo que representa un triunfo del primer vuelo de la nave europea, a pesar de un desperfecto en su reingreso a la atmósfera al final de su misión.
"Es un día histórico para la ESA y para Europa", celebró el director general de la Agencia Espacial Europea (ESA), Joseph Aschbacher.
Este éxito marca el regreso a un acceso autónomo al espacio para Europa, pero en el cierre de la misión presentó un desperfecto y el cohete se desvió de su trayectoria.
El reingreso a la atmósfera de la parte superior del cohete, que debía aterrizar en el Pacífico lejos de sitios habitados, no se produjo.
Pero esta "anomalía" no borra el alivio de los encargados europeos por el éxito de su objetivo principal: colocar satélites en órbita.