El jefe de la empresa que opera el sistema, Viktor Braginsky, no pensaba que él llegaría a ver el metro que gestiona utilizado como refugio para una ciudad entera en tiempos de guerra.
"Todavía no me lo creo", comenta a la prensa, en la entrada de la estación Dorohozhychi, en la ribera oeste de la ciudad. "Todo parece surrealista", añade.
AFP