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La ajustada victoria en penales ante Francia, ha provocado que miles de hinchas argentinos salgan a las calles de sus ciudades para celebrar el momento.
El lugar de reunión para los argentinos en la capital es el Obelisco, monumento céntrico que se llenó de aficionados felices.
En todas las ciudades que conforman al país sudamericano se aprecia el júbilo ante el campeonato.
Diferentes generaciones se juntaron para celebrar el campeonato argentino. Un sentimiento que les durará toda la vida.
Todo servía para asegurar una victoria y los argentinos nunca perdieron la fe.
Luego de 20 años, la copa mundial regresa a Sudamérica gracias a Argentina.
Nada une más al mundo que el fútbol y el amor se pudo sentir en todas partes en esta final.
Desde el cielo, una vez más el 10 se hace presente para darle a Argentina su tercera copa mundial. Antes fue Maradona y ahora Messi.