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En el desértico sudeste de Marruecos, unas inusuales lluvias torrenciales devolvieron la vida a lagos y estanques para alegría de la población local que arrastra seis años de sequía.
"Las lluvias han llegado en un momento crítico en que el agua era escasa. Nos han permitido reavivar nuestro patrimonio natural y aliviar la demanda de agua de la población", afirma Karim Saddoq, uno de sus habitantes.
El nuevo paisaje también encandila a los turistas, ilusionados por ver esta rara transformación, dice Khalid Skanduli, un guía local."El desierto se volvió verde, los animales tienen comida y las plantas y palmeras volvieron a la vida", celebra junto a él la turista francesa Laetitia Chevallier, visitante regular de la zona.
La agencia meteorológica describió este episodio como "excepcional" y lo atribuyó a un cambio inusual en la zona de convergencia intertropical, la región ecuatorial en la que se encuentran los vientos del hemisferio norte y sur, desencadenando fuertes tormentas y precipitaciones.