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El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, decretó este miércoles, 17 de mayo, la disolución de la Asamblea Nacional por “grave crisis política y conmoción interna”, un día después de que el Congreso ecuatoriano culminara la primera jornada del juicio política en contra del mandatario acusado de supuesta corrupción.
“Le iban a hacer un juicio político y, con 92 votos, lo iban a destituir. Antes de que eso ocurra, él ha apelado al mecanismo constitucional de la muerte cruzada, que consiste en que nos vamos todos. Disuelve el Congreso y está obligado a llamar elecciones; es decir, se va el presidente y el Congreso”, comentó el internacionalista Ramiro Escobar.
“Si [el presidente] ve que la situación se le va de las manos o es inmanejable el país, apela a la muerte cruzada y, en ese caso, se disuelven ambos poderes”, agregó. Escobar también dijo que no se podría hablar de un golpe de Estado – tal como lo intentó Pedro Castillo en Perú, en diciembre de 2022 – puesto que la muerte cruzada establece la salida de ambos poderes del Estado ecuatoriano.
Así, el internacionalista precisó que lo que ahora corresponde al Perú y al resto de naciones de la región es “llamar a la inestabilidad interna" en Ecuador. “Lo que corresponde a las cancillerías es decir lo que habitualmente se dice: Es un problema interno en Ecuador, que se ha resuelto con mecanismos constitucionales; es decir, acá no ha habido un intento de golpe de Estado”, puntualizó.