¿Se acuerdan de lo que teníamos que hacer para ver una película que salió de cartelera? Alquilar o comprar el VHS/DVD (en muchos casos pirata) o esperar que algún canal la pase. El streaming llegó para resolver este inconveniente.

Netflix comenzó como una compañía que alquilaba DVDs enviándolos vía correo hasta que decidió ofrecer el contenido a demanda, a un click de distancia.

No podemos negar la conveniencia el streaming nos ha traído, ayudándonos a acceder a grandes bibliotecas con un solo pago mensual. Pero las cosas ya no son tan simples.

Netlix no está solo en el juego y cada vez más plataformas pelean por nuestra atención.

Si quiero satisfacer mis gustos hipsters y ver la versión británica de “The Office” debo pagar por Max (antes HBO Max). ¿Un poco de nostalgia con “Mulán”? Pues me debitarán a nombre de Disney+. ¿Un toque de Miyazaki con “El viaje de Chihiro?” Tengo que ir a Netflix.

Al problema de consultar Justwatch cada vez que quiero ver algo para saber en qué plataforma, se le suma el hecho de que estos derechos no son eternos y tu serie o película favorita podría saltar a otro servicio de streaming o simplemente no estar accesible.

Esto pasa mientras el formato físico muere. El año pasado Disney anunció que dejará de vender DVDs y Blu-Ray en Australia y podemos esperar que la medida llegue a cada vez más territorios.

Incluso pasa en los videojuegos. Cada vez más compañías deciden “cerrar el caño” y dejar de ofrecer un videojuego comprado de manera digital. O en el mejor de los casos, “mocharlo” para quitarle características como parte de la banda sonora, pues los derechos de esta ya vencieron. Esto no pasaba con el soporte físico. Digo, el físico real, no aquel que igual te hacía bajar la mayoría del juego al comprar un Blu-Ray.

La prominencia de las suscripciones hace que no seamos dueños de nada y pone en peligro la conservación de diversos medios.

Y en muchos casos, la experiencia de los servicios de streaming no mejora. Netflix nos enojó en 2023 combatiendo las cuentas compartidas, subiendo precios y experimentando con la publicidad. ¿Adivinen qué? Subió sus suscriptores y ganancias.

Y los pasos de Netflix serán seguidos por otras plataformas. Pasó con Apple cuando quitó el puerto de audífonos o llevó al iPhone al poco asequible precio de 999 dólares. No importa si nos quejamos en línea si al final una compañía sigue aumentando sus ingresos.

El escritor canadiense Cory Doctorow utiliza una palabra para describir servicios que nos atraen con opciones atractivas pero luego deterioran su experiencia: “enshittification”. ¿Es eso lo que ocurre?

Esta semana en METADATA

Vamos a temas más alegres. En esta semana en METADATA te cuento sobre los Moto Edge 50 que fui a ver a México y la llegada de una nueva marca de celulares al mercado peruano.

También tenemos una entrevista con José Mufarech, conocido como “Tecnofanático”. José es un gran amigo y es el único creador de contenido peruano que es invitado a los eventos de Apple.

Sin más que decir me despido. La próxima semana tenemos una edición muy interesante desde China. ¿Para qué voy? Ya les cuento. Y sí, ya compré plumón.