Chi-Chi’s, fundada en Minnesota en 1975 por Marno McDermott y el jugador de los Green Bay Packers Max McGee, llegó a ser un referente en la gastronomía Tex-Mex con más de 200 locales en su época dorada. Sin embargo, su historia se detuvo abruptamente en 2004 tras un brote de hepatitis A en un restaurante de Pittsburgh. El incidente, relacionado con cebollas verdes contaminadas, afectó a más de 650 personas, dejó cuatro fallecidos y marcó un punto de inflexión en la seguridad alimentaria en Estados Unidos.
A pesar de su cierre, la marca permaneció en la memoria colectiva gracias a su icónica decoración y a un menú que incluía desde fajitas hasta helado frito. Ahora, Michael McDermott planea recuperar la esencia de Chi-Chi’s con un enfoque renovado que conecte con las nuevas generaciones.
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Un renacimiento con sabor actualizado
McDermott, quien cuenta con una trayectoria destacada en la industria restaurantera, promete una experiencia culinaria mejorada que combine los sabores característicos de Chi-Chi’s con un toque moderno. Según el anuncio oficial, los planes incluyen rediseñar el concepto del restaurante para adaptarlo a las expectativas del consumidor actual, sin perder la esencia que hizo famoso a Chi-Chi’s.
“La nostalgia por Chi-Chi’s es innegable. Hemos visto cómo nuestra marca ha impactado a familias en todo el país, y creemos que esta es una oportunidad para regresar con una experiencia que combine lo mejor del pasado con un enfoque fresco,” declaró McDermott en un comunicado.
Créditos del video: Youtube | Ye Old Commercials
Más allá de los restaurantes
Además de los nuevos locales, la marca Chi-Chi’s continuará presente en supermercados con productos como salsas, chips y margaritas, línea que Hormel Foods ha comercializado desde los años 80. Esta combinación de presencia en el retail y la reapertura de restaurantes podría ser clave para reconectar con su audiencia y posicionarse nuevamente como un líder en el segmento Tex-Mex.
