La inflación en Estados Unidos continúa siendo un tema crítico para los consumidores. De cara a 2025, se espera que los precios de los alimentos sigan en ascenso, aunque a un ritmo más moderado que en años anteriores. Un informe del Departamento de Agricultura de EE.UU. proyecta un incremento promedio del 1.9% en los precios de los alimentos, con diferencias marcadas entre los consumidos en el hogar y fuera de este.
Los supermercados podrían experimentar subas menores al 1%, mientras que los alimentos en restaurantes alcanzarían aumentos de hasta el 3.5%. Sin embargo, ciertos productos esenciales, como lácteos, frutas tropicales y aceites, registrarán alzas más significativas debido a factores externos como las políticas comerciales y el cambio climático.
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Las políticas comerciales y su impacto en los precios
Las medidas arancelarias planeadas por la nueva administración de Donald Trump podrían influir drásticamente en los costos de importación. Aranceles del 25% para bienes provenientes de Canadá y México, junto con un 10% para productos chinos, ejercerán presión directa sobre los precios de alimentos importados.
Estos incrementos podrían desencadenar un efecto dominó en la cadena de suministro. Lael Brainard, directora del Consejo Nacional Económico de la Casa Blanca, advirtió que estas políticas podrían generar "masivos cambios en la estructura de costos de los fabricantes", traduciéndose en incrementos sustanciales para los consumidores finales.
Los productos más afectados
El origen de los productos juega un rol crucial en los aumentos:
- China: jugos de frutas, cereales, especias, miel, té y aceites vegetales.
- México: aguacates, tomates, frutas tropicales y azúcar cruda.
- Canadá: lácteos, harinas y bebidas alcohólicas.
Los hogares con menores ingresos, que destinan un mayor porcentaje de su presupuesto a alimentos, serán los más impactados. Además, las fluctuaciones del dólar, el costo energético y las posibles represalias comerciales podrían agravar la situación.
El alimento que tuvo un aumento récord en 2024
El huevo se convirtió en un símbolo de la inflación alimentaria en 2024. Según datos oficiales, este producto registró un aumento del 8.2% en su precio minorista solo en noviembre, mientras que acumuló un incremento del 38% en comparación con el mismo mes de 2023. Este comportamiento refleja cómo ciertos alimentos básicos se ven afectados de manera desproporcionada por las condiciones económicas y climáticas.
De cara a 2025, la moderación de los incrementos no elimina los desafíos. Los consumidores deberán ajustar sus presupuestos y hábitos de consumo para afrontar una inflación que, aunque más controlada, continuará golpeando especialmente a los hogares más vulnerables.
Créditos vídeo: YouTube | @dwespanol.