Tres centros de apoyo para inmigrantes en Nueva York cerrarán definitivamente a fines de junio de 2025, en un contexto de recorte presupuestario y una baja sostenida en la llegada de solicitantes de asilo. La medida afectará a espacios que fueron clave durante la crisis migratoria de 2023, donde se atendieron más de 100 mil solicitudes de asilo y permisos temporales de trabajo.
El anuncio se produce poco después de que se comunicara también el fin del Programa de Asistencia para la Reubicación de Migrantes (MRAP, por sus siglas en inglés). Las instalaciones que dejarán de operar son:
- Centro de Ayuda para la Solicitud de Asilo, ubicado en la sede de la Cruz Roja en el West Side
- Un centro en Times Square
- Un centro en un albergue para inmigrantes en el Bronx
Estos espacios, financiados con fondos públicos, ofrecieron orientación legal básica, pero decisiva, a quienes buscaban integrarse en la ciudad.
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Cierre de los centros de asilo en Nueva York
El centro del West Side fue una de las respuestas más visibles de la ciudad ante el desborde migratorio de 2023. Allí, decenas de trabajadores y voluntarios convirtieron un espacio de emergencia en una estructura de apoyo legal y administrativo. Según el New York Times, solo en este centro se gestionaron más de 100 000 formularios, en su mayoría solicitudes de asilo y permisos laborales. Aunque con recursos limitados, la iniciativa fue considerada un modelo de atención eficaz en medio del caos migratorio.
La falta de fondos estatales en la administración de Eric Adams
La portavoz del alcalde Eric Adams, Liz García, justificó la decisión por la falta de nuevos fondos estatales para cubrir los costos operativos. “Nos decepciona tener que tomar la difícil decisión de cerrar un centro de recursos que nos ha permitido brindar asistencia con más de 109 000 solicitudes”, señaló. Sin embargo, organizaciones proinmigrantes han criticado duramente la gestión local.
Murad Awawdeh, director ejecutivo de la Coalición de Inmigración de Nueva York, acusó a Adams de no haber utilizado toda la partida estatal disponible. “Si bien el estado de Nueva York destinó U$D 4.3 mil millones al apoyo de inmigrantes en los últimos dos años, la administración Adams solo usó U$D 1.6 mil millones”, afirmó. Según Awawdeh, el alcalde prefiere responsabilizar al estado en lugar de enfrentar su propia falta de planificación presupuestal.
Aunque el número de nuevos inmigrantes ha disminuido —pasando de 4 000 por semana en 2024 a poco más de 100—, aún permanecen alrededor de 38 000 personas, en su mayoría familias con niños, en albergues municipales. El cierre de los centros de ayuda deja a muchos sin orientación legal, lo que podría traducirse en solicitudes mal presentadas o rechazadas, además de incrementar su vulnerabilidad.
Para las organizaciones civiles, este cierre representa un retroceso. “No es solo la clausura de un local, es el debilitamiento de un puente hacia la legalidad y la estabilidad”, expresó un vocero de la Red de Apoyo Migrante en Brooklyn. Los próximos meses serán clave para saber si la ciudad ofrecerá alternativas reales o si dejará sin respaldo a una población que sigue llegando, aunque en menor número, a buscar un nuevo comienzo.