Los billetes de U$D 2 fueron impresos por primera vez en 1862, teniendo como personaje a Alexander Hamilton, quien fue el primer secretario del Tesoro de EE.UU. Sin embargo, en 1869, el diseño cambió para presentar el rostro de Thomas Jefferson, quien se convirtió en el tercer presidente de Estados Unidos y es uno de los padres fundadores de la independencia.
Lo que Jefferson jamás pensó es que su imagen no solo sería recordada por el legado que ha dejado en la historia de la política norteamericana, sino también por su popularidad en el mundo de la numismática, que es el coleccionismo de billetes y monedas.
Según el Programa de Educación sobre la Moneda de EE.UU., en 2017 se estimaba que había alrededor de 1200 millones de billetes de U$D 2 en circulación, con un valor nominal total de U$D 2 400 millones. Sin embargo, su uso es poco común, lo que contribuye a su escasez en las transacciones diarias.
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Características clave de estos billetes
Para determinar si tu billete de U$D 2 puede tener un valor elevado, presta atención a los siguientes detalles:
- Año de lanzamiento: Los billetes emitidos antes de 1976 suelen tener un valor más alto.
- Sello visible: Los colores del sello pueden influir en el valor del billete. Existen sellos en rojo, marrón y azul.
- Tipo de color: Los billetes más antiguos con sellos rojos y marrones son más valiosos que los de sello azul, que son los más recientes.
- Estado físico: Un billete en excelente estado puede alcanzar precios mucho más altos en el mercado de coleccionistas.
Créditos del video: Youtube | Couch Collectibles
Billetes de U$D 2 más valiosos
Algunos tienen un valor excepcionalmente alto:
- Antes de 1976: Pueden valer hasta U$D 225.
- 1890: Su valor puede oscilar entre U$D 500 y U$D 2500, alcanzando hasta U$D 4500 en algunos casos.
- 1862: Se estima que pueden valer entre U$D 500 y U$D 2800.
- 1869: Estos billetes han alcanzado precios de hasta U$D 3800.
Casos curiosos
Un billete que circuló en 1890 llegó a valer U$D 4500, lo que resalta su rareza. Además, los sellos en rojo y marrón fueron impresos solo en 1890 y ya no están en circulación, lo que los convierte en verdaderos tesoros para los coleccionistas. En cambio, el sello azul, aunque todavía en circulación, no alcanza el mismo valor en el mercado.