El 25 de agosto, un devastador deslizamiento de tierra golpeó la ciudad de Ketchikan en el estado de Alaska. Miles de familias sufrieron pérdidas materiales, incluyendo a James y William (Bill) Montiver.
Según la información oficial, la vivienda de tres pisos de la pareja se desplomó. Afortunadamente, sobrevivieron, pero sus dos perritos, Alani y Cassie, no aparecían por ningún lado.
Tras realizar un reporte oficial, pasaron una semana resignados a la pérdida de sus mascotas. Sin embargo, todo dio un giro inesperado gracias al geólogo Travis Watkins, quien, mientras revisaba los escombros, escuchó unos débiles ladridos provenientes de la casa colapsada.
James and William (Bill) Montiver's three-story house collapsed Aug. 25 after a landslide leveled homes and businesses in Ketchikan, Alaska. https://t.co/hVgeiQPSv4
— Delaware Online (@delawareonline) September 5, 2024
¿Cuál fue la estrategia de Watkins?
De Acuerdo al testimonio de la bombera Crystal Schleiff, los gritos de las mascotas permitió iniciar una operación rescate. Indicó que tuvo que deslizarse por un espacio reducido y al final logró aproximarse a las mascotas. “¡Encontré al perro, veo ojos y están parpadeando!”, expresó.
“Estamos alegres y bendecidos de que Cassie y Alani hayan vuelto con nosotros, y nuestra familia está de nuevo unida. Estamos muy agradecidos a los primeros respondedores y a todos los que nos ayudaron esta semana”, fue lo que comentó la pareja quienes llevan 43 años juntos a USA Today.