Con el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca, las políticas migratorias se endurecen nuevamente, marcando un incremento en la vigilancia y detención de inmigrantes en Estados Unidos. Florida, un estado con alta población extranjera, se convierte en uno de los focos de esta estrategia. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) gestiona cuatro centros clave en la región, alineados con las políticas del gobernador Ron DeSantis.
La coordinación entre las políticas federales y estatales ha fortalecido el rol de estos centros. Denuncias sobre condiciones inadecuadas, abuso y negligencia han generado controversia, alimentando el debate sobre el tratamiento hacia los inmigrantes detenidos en el estado.
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Centros de detención del ICE en Florida
Los centros de detención administrados por el ICE en Florida juegan un papel crucial en las políticas migratorias de Donald Trump. Actualmente, el estado cuenta con cuatro instalaciones:
- Centro de Detención del Condado de Baker: Ubicado en MacClenny.
- Centro de Transición de Broward: Situado en Pompano Beach, es gestionado por la empresa privada GEO Group y alberga inmigrantes clasificados como "no criminales".
- Centro de Procesamiento Krome North: En Miami, esta instalación detiene principalmente a hombres inmigrantes.
- Centro de Detención del Condado de Glades: En Moore Haven.
Estos centros son parte integral de la estrategia migratoria y han sido respaldados por el gobernador Ron DeSantis.
Denuncias y controversias en los centros de detención
Las instalaciones del ICE en Florida han sido blanco de múltiples acusaciones por parte de defensores de los derechos humanos. Entre las principales quejas se encuentran:
- Malas condiciones de detención: Reportes de hacinamiento, alimentación inadecuada y espacios insalubres.
- Negligencia médica: Casos de atención insuficiente a enfermedades graves y falta de protocolos básicos durante la pandemia.
- Abuso y discriminación: Denuncias de trato inhumano, abusos sexuales y comportamientos racistas por parte del personal.
Las repercusiones en la comunidad inmigrante
La comunidad inmigrante en Florida enfrenta un clima de creciente inseguridad y temor. La normativa migratoria más severa y las condiciones denunciadas en los centros de detención exacerban la vulnerabilidad de las personas detenidas, muchas de las cuales huyen de situaciones críticas en sus países de origen.
El debate sobre el futuro de estos centros continúa mientras organizaciones de derechos humanos exigen reformas que garanticen un trato digno para los detenidos. El regreso de Trump al poder promete mantener esta problemática en el centro del debate migratorio en Estados Unidos.
Créditos vídeo: YouTube | @univisionnoticias.