El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha designado a California como el principal "estado santuario" del país, destacando su resistencia a colaborar con las políticas migratorias del gobierno federal. Esta clasificación ha intensificado las tensiones entre las autoridades estatales y la administración de Donald Trump, que busca reforzar las medidas contra la inmigración indocumentada.
Con 48 de sus 58 condados y 63 ciudades adoptando políticas que limitan la cooperación con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), California se posiciona como el estado con mayor número de jurisdicciones santuario. Estas políticas, respaldadas por leyes como la SB 54 o "California Values Act", prohíben que las agencias locales utilicen recursos para colaborar con las autoridades federales en la aplicación de leyes migratorias, excepto en casos de delitos graves.
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Presión federal y resistencia local
La administración Trump ha intensificado su ofensiva contra las jurisdicciones santuario, publicando una lista de más de 500 entidades que, según el DHS, obstaculizan la aplicación de las leyes migratorias federales. California encabeza esta lista, lo que ha generado preocupación entre sus líderes locales. Ciudades como San Diego y Long Beach han expresado su desacuerdo con su inclusión, argumentando que no fueron consultadas y que la medida carece de transparencia.
En respuesta, el DHS ha amenazado con retirar fondos federales a estas jurisdicciones y ha exigido que revisen y modifiquen sus políticas para alinearse con las leyes federales. Sin embargo, líderes californianos, como el gobernador Gavin Newsom, han reiterado su compromiso de proteger a las comunidades inmigrantes y han anunciado medidas legales para enfrentar las acciones del gobierno federal.
Este enfrentamiento refleja la profunda división en Estados Unidos respecto a la política migratoria y plantea interrogantes sobre el equilibrio entre la autonomía estatal y la autoridad federal. Mientras tanto, miles de inmigrantes en California viven en la incertidumbre, pendientes de cómo se desarrollará esta disputa en los próximos meses.