La lotería es una de las formas más populares de juego en los Estados Unidos, con millones de personas participando cada año en busca de la suerte. Los premios pueden ser extraordinariamente atractivos, alcanzando cifras que cambian la vida. Sin embargo, no solo es importante conocer cómo participar y ganar, sino también entender las implicaciones fiscales que conlleva cobrar un premio.
Este aspecto puede ser especialmente confuso para quienes no tienen una comprensión clara de su estatus fiscal. Contar con un número de Seguro Social (SSN, por sus siglas en inglés) o un Número de Identificación del Contribuyente Individual (ITIN, por sus siglas en inglés) es esencial, ya que estos detalles no solo afectan la cantidad que realmente se recibe, sino también las responsabilidades fiscales a largo plazo. Es fundamental estar informado sobre cómo estas consideraciones impactan la experiencia de cobrar un premio de lotería.
Los ganadores de la lotería deben ser conscientes de que el gobierno federal, así como algunos estados, imponen impuestos sobre los premios. Para aquellos con un SSN, el proceso suele ser más directo y menos problemático, ya que la Agencia Federal de Ingresos (IRS, por sus siglas en inglés) retiene automáticamente un porcentaje del premio. Esta retención puede variar según la cantidad ganada, pero generalmente se encuentra en torno al 24% para premios superiores a U$D 5 000.
Por otro lado, quienes solo cuentan con un ITIN también pueden cobrar premios, pero enfrentan ciertas restricciones adicionales que podrían complicar su situación. La falta de un SSN puede dificultar la presentación de impuestos y llevar a problemas futuros, como multas o retrasos en el procesamiento de las declaraciones. Además, si un ganador no tiene ninguno de estos números, no podrá cobrar su premio, lo que resalta la importancia de tener un estatus fiscal regularizado.
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Consecuencias del estatus fiscal al cobrar premios
Además de la retención automática, la forma en que se recibe el premio también influye en las obligaciones fiscales. Los ganadores pueden optar por recibir el premio como un pago único o en cuotas anuales. Esta elección puede tener un impacto significativo en la carga tributaria. Si un ganador elige recibir un pago único, el monto total se considera ingreso en el año en que se cobra, lo que puede empujarlo a un tramo impositivo más alto. Por otro lado, recibir el premio en cuotas puede ayudar a dispersar la carga fiscal a lo largo de varios años, permitiendo una mejor planificación financiera.
Para aquellos que no cuentan con un SSN o un ITIN, la situación se vuelve aún más complicada. Sin un número válido, los ganadores no solo corren el riesgo de no poder cobrar su premio, sino que también se enfrentan a la imposibilidad de cumplir con sus obligaciones fiscales. Esto podría resultar en la pérdida total del premio, así como en problemas legales y financieros a largo plazo. Por lo tanto, es esencial que cualquier persona que considere jugar a la lotería tenga claridad sobre su estatus fiscal y las implicaciones de este al momento de cobrar un premio.
Créditos: Al Rojo Vivo | @alrojovivo