En Estados Unidos, los premios de lotería no reclamados son más comunes de lo que podríamos imaginar. Cada año, millones de dólares en premios no son cobrados por los afortunados ganadores. Las razones detrás de esto van desde la pérdida del boleto hasta el desconocimiento de haber ganado.
Cada estado participante en juegos como Powerball o Mega Millions establece un periodo de tiempo para reclamar los premios, que puede variar entre 90 días y un año, dependiendo de la jurisdicción.
Si el ganador no se presenta dentro de ese plazo, el dinero vuelve al estado para diferentes propósitos. En algunos casos, se utiliza para financiar futuros premios o para promociones especiales. En otros, como Florida y Nueva York, parte de los fondos no reclamados se destinan a proyectos educativos y a universidades públicas.
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¿Qué pasa con el dinero no reclamado?
El destino de los premios no reclamados varía según el estado. En Nueva York, hasta U$D 60 millones anuales se destinan a futuros premios y promociones de la lotería. Cualquier cantidad que exceda esta cifra es depositada en el fondo estatal de lotería para educación. Por otro lado, en Florida, el 80% de los fondos no reclamados se destina a la mejora educativa, y el resto se usa para futuros premios y promociones. Este modelo busca que el dinero, de una u otra forma, beneficie a la sociedad, incluso cuando los ganadores no aparecen.
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