La numismática, el estudio y la colección de monedas, ha cobrado una gran relevancia en los Estados Unidos no solo como pasatiempo, sino también como una forma de inversión. Con millones de personas interesadas en monedas históricas, de circulación limitada o con errores de acuñación, surge la necesidad de establecer parámetros claros que permitan evaluar de manera justa su estado de conservación.
Es ahí donde entra en juego la famosa Escala Sheldon, un sistema estandarizado que cambió la forma en que los coleccionistas y expertos tasan las monedas.
Desarrollada por el Dr. William H. Sheldon en 1949, esta escala de 70 puntos clasifica las monedas desde el grado P-1 (Poor) hasta el codiciado MS-70 (Mint State Perfect). Su importancia radica en que proporciona una base objetiva para asignar valor según el estado físico de la pieza, lo cual afecta directamente su precio en el mercado.
Aunque fue creada originalmente para centavos de un centavo de 1793 a 1814, hoy se aplica ampliamente a todas las monedas estadounidenses. Entender esta escala no solo permite al coleccionista saber qué tan bien conservada está su moneda, sino también protegerse de fraudes y realizar compras o ventas informadas.
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Por esta razón es tan importante la escala Sheldon en la numismática estadounidense
En el competitivo mundo del coleccionismo de monedas, pequeños detalles pueden significar miles de dólares de diferencia. Por ejemplo, una moneda clasificada como MS-65 puede valer cinco veces más que la misma moneda en grado MS-60.
La escala Sheldon ofrece entonces un lenguaje común que coleccionistas, casas de subastas y profesionales numismáticos usan para comunicarse. Además, las empresas certificadoras como NGC o PCGS utilizan esta escala al encapsular y autenticar monedas, lo que brinda aún más confianza al comprador o vendedor.
Por tanto, si estás pensando en adentrarte en el fascinante mundo de la numismática estadounidense, conocer la escala Sheldon es una de las primeras cosas que debes aprender. No solo te ayudará a entender mejor las descripciones y precios en catálogos y subastas, sino que también te permitirá evaluar con criterio tu propia colección o futuras adquisiciones. La escala no solo clasifica monedas: preserva su historia y garantiza que su valor se mantenga transparente para todos.