Karen, una joven latina que se mudó a este estado norteamericano, se ha hecho viral en TikTok tras compartir la razón más insólita por la que considera que la vida en Alaska es insostenible para ella. A través de un video sincero y revelador, Karen abrió una ventana a una realidad poco conocida por aquellos que no viven en lugares tan extremos. Su confesión ha desatado una ola de reacciones y reflexión, especialmente entre aquellos que no habían considerado el impacto emocional del invierno en esta región.
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El invierno extremo: Más allá del frío
Cuando la mayoría de la gente piensa en Alaska, lo primero que viene a la mente es el frío polar y los inviernos rigurosos. Sin embargo, Karen no destaca solo el descenso de las temperaturas como el mayor desafío, sino algo mucho más insidioso: la falta de sol. "¿Saben qué es lo más difícil de vivir en Alaska?", comienza su video. La respuesta que ofrece es desconcertante para muchos: la oscuridad casi total durante varios meses del año.
El invierno en Alaska no se trata solo de temperaturas bajo cero, sino de un cielo grisáceo y una luz que apenas toca el horizonte. Durante este tiempo, los días de luz se reducen a solo dos o tres horas, y el sol, cuando aparece, se ve como una tenue luz que no calienta ni ilumina como la que se experimenta en otros climas. "Es como clarita, pero no brillante", describe, haciendo énfasis en lo abrumadora que es esta falta de luz para quienes han crecido en países soleados.
@karen_idna Qué les parecería vivir 7 meses de invierno? #aupair #aupairlife #lifestyle #verano #alaska #parati #fyp #viral ♬ Trip - Axero
Créditos del video: TikTok | @karen_idna
Impacto psicológico y rutina afectada
La exposición limitada a la luz solar tiene un impacto profundo en el bienestar emocional, un aspecto que Karen experimenta día a día. La joven latina menciona que la falta de sol no solo afecta su ánimo, sino que altera por completo su rutina diaria. Para alguien que está acostumbrada a los largos días de sol, los cambios son vertiginosos, y el constante frío se siente menos como una molestia física y más como una barrera emocional.