El protagonista de esta historia se llama Maverik Waler, quien incluso antes de nacer ya tenía complicaciones con su corazón. Sin embargo, la actualidad por la que pasa el niño es más alentadora.
La historia de Maverick Waler
Cuando la mamá del niño estaba gestando, los médicos le descubrieron hoyos en el corazón del bebé que estaba en camino. “En ese momento, ya no íbamos a tener un parto normal. Maverick tendría que nacer en Portland y, probablemente, necesitaría una intervención inmediata (…) todo es tan nuevo que, realmente, no sabes cómo procesarlo de manera diferente a lo que tienes frente a ti”, comentó la mamá.
El bebé llegó al mundo un 13 de junio del 2017 luego de una ardua cesárea de emergencia que se programó porque el pulso de Maverick disminuyó de forma repentina. Pese a que fue dado de alta, al poco tiempo tuvo que regresar al hospital para ser nuevamente internado.
Esto porque la incisión en su pecho se veía roja a la vez que infectada luego de algunas intervenciones, el pequeño regresó a casa con una sonda nasogástrica a través de la cual los padres la daban los medicamentos a su hijo.
Pese a la adversidad, la pareja de esposos comentó que esto les ayudó mucho para fortalecer su amor: “Nuestra relación es fuerte y siempre hemos estado ahí uno para el otro. Creo que hacemos muy buen equipo cuando estamos en una situación como esta. Ambos estamos ahí para Maverick por completo. Y hacemos lo que hay que hacer por él”.
Luego de eso, el pequeño de los Waler no tuvo más complicaciones hasta el 2021 en donde se dieron cuenta que sus niveles de oxígeno en la sangre disminuyeron. De esta manera fue derivado con un cardiólogo más especializado que lo intervino con un nuevo procedimiento.
La actualidad de Maverick Waler
La operación fue todo un éxito según contaron los papás: “Fue estresante, pero el doctor Bacha irrumpió en la sala de espera y parecía tener una mirada positiva en el rostro (…) Sentí que quería abrazarlo o darle la mano, pero, estás en un hospital, hay protocolos COVID”.
Gracias a esa operación, la vida de Maverick es distinta y ahora luce mucho mejor. “Es un gran cambio. Tiene mucha más resistencia. Actúa como un niño de su edad. Antes, era como si fuera un ‘niño cardíaco’. Solo tendrá del 50 al 70 por ciento de la energía que tendría otro niño de su edad”, finalizó su papá.