Cada 30 de agosto se celebra el día de Santa Rosa de Lima, patrona de Lima, de la Policía Nacional y de las Filipinas. Y como dicta la tradición, miles acuden a visitar el Pozo de los Deseos, ubicado en el interior del Santuario de Santa Rosa, ubicado en la cuadra 1 de avenida Tacna, en el Cercado de Lima, para dejar su carta.
Sin embargo, ¿sabe usted la verdadera historia de este santo lugar? ¿Por qué es tan visitado y que representa para sus fieles?
¿Qué es el Pozo de los Deseos?
Una de las costumbres más importantes para los devotos católicos es dejar una carta en el pozo de los deseos. Pese a ello, muy pocos saben de dónde nace esta peculiar tradición.
Todo se inició alrededor de los años 1600, cuando Santa Rosa era conocida por someterse a dolorosas penitencias como acto de sacrificio por los pecados de las personas.
Uno de ellos consistió en colocarse a la altura de la cintura un silicio con un candado y cuya llave lo lanzó hacia las profundidades del pozo. Mismo lugar donde luego la santa peruana se acercaba por las noches a orar.
Otra penitencia fue el ponerse cinturones con púas, estas lastimaban la delicada piel de la santa quien se rehusó a sacárselas a pesar del pedido de sus amigos más cercanos.
Este es el motivo por el que, años tras su fallecimiento, sus seguidores escribían cartas expresando sus deseos y necesidades espirituales y materiales, colocándolas dentro del pozo y a la espera de que la santa limeña los ayudara.
¿Quién fue Santa Rosa de Lima?
Isabel Flores de Oliva, su nombre real, murió a la edad de 31 años, el 24 de agosto de 1617, lo que la llevó a convertirse en una de las santas más jóvenes de la historia.
Rosa de Lima fue convertida en santa por el papa Clemente X en 1671. El hecho provocó que la beata peruana sea una de las primeras nacidas en América que tuvo el honor de recibir el reconocimiento canónico de la iglesia católica.
