Miles de estadounidenses aportan durante casi toda su vida para tener un buen dinero luego de su jubilación, pensando en el Seguro Social. No obstante, muchos de ellos resultan ser víctimas de artimañas de algunos delincuentes.
Si todavía eres joven o eres un estadounidense que está cerca de llegar al retiro, sigue de cerca la siguiente información para que no seas víctima de una posible estafa.
Te recomendamos
¿Cuáles son las estafas más comunes en el Seguro Social?
Aunque la mayoría de personas piensen que estas estafas solo pueden llegar por Internet, la realidad es que los delincuentes pueden hacer ‘caer’ a los jubilados hasta por teléfono. Y es que los estafadores son conscientes de que este grupo de personas utilizan más este artefacto.
Tomando en cuenta estos detalles, estas son las estafas más comunes que deberías tener cuidado:
Estafas de presuntos parientes
Estas estafas son muy comunes en países latinos, pero en los últimos años se volvieron muy populares en Estados Unidos. La artimaña se basa en realizar una llamada, haciéndose pasar por un nieto, hijo o pariente.
Es importante que sepas que la distorsión de la voz generada por la llamada telefónica, es difícil de distinguir para muchos y más cuando hay problemas, por lo que muchos jubilados son propensos a caer.
Para evitar esta situación, lo mejor sería colgar la llamada y timbrarle al familiar en cuestión.
Créditos: Youtube | Vox
Estafas con agentes de atención falsos
En otras de las cosas que deberías tener cuidado son las llamadas por agentes de atención. Algunos delincuentes se hacen pasar representantes oficiales de Seguro Social, Medicare, entre otros y los jubilados comenten el error de brindar los datos personales.
Es importante que sepas que los representantes de las agencias federales no hacen llamadas directas a los beneficiarios; por lo que, si recibes una, posiblemente es una estafa.
Estafas por cuidadores
Otro tipo de estafa, y la más peligrosa, es hecha por los cuidadores de personas mayores. Estas, al ingresar a la casa, tienen la posibilidad de acceder a la información personal del jubilado, incluso su dinero en efectivo, tarjetas de crédito y cualquier otro artículo de valor. Además, se puede correr el riesgo de que la persona involucrada puede hacer algún daño físico.
