Los ecosistemas en los que se puede desarrollar el emprendedor latinoamericano están incrementando; sin embargo, los países todavía presentan niveles muy dispares de crecimiento. En ese sentido, el deseo de emprender siempre ha existido en el Perú, pero, lamentablemente, cerca del 80% de los nuevos negocios fracasan, de acuerdo con un estudio de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard. En términos generales, la estabilidad económica no está asegurada y los emprendimientos emergentes pueden ser exitosos por temporadas y luego ver su desarrollo estancado.
Según el INEI, en nuestro país se crean un promedio de 853 empresas, pero se cierran 469 por día, sin considerar el sector informal. Pero, ¿a qué se debe? Existe una relación directa entre confianza y emprendimiento, el poder encontrar personas de confianza, comprometidas y dispuestas a trabajar en equipo se convierte en una de las principales dificultades para emprender, sostiene Giancarlo Falconi, Gerente de Innovación, Negocios Digitales y Transformación Digital, miembro de Gyga Consulting S.A.C.
Otros factores que dificultan los procesos de constitución de las empresas son el pago de impuestos y la falta de incentivos monetarios y tributarios para que la población apueste por los emprendimientos y la investigación. Para combatir esta problemática es fundamental brindar a los emprendedores las herramientas necesarias y guiarlos en el proceso.
Para el Dr. Guillermo Quiroga, Director de Postgrado de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), los desafíos se encuentran en el terreno operativo: que el producto no pague, que el mercado no responda o que la tecnología no de la solución. Esto, sumado al riesgo social, es decir, a las barreras que impone la cultura propia del país: “no lo hagas”, “busca un trabajo seguro”, “no pierdas el tiempo”, “como te rebajas”, “por qué vas a emprender”, “puedes fracasar”, entre otras. Para combatir esta presión social, el emprendedor debe ser fuerte y enfrentar paradigmas de la sociedad. En ese sentido, al Perú le queda mucho camino por recorrer.
Los problemas de emprender en América Latina
La Asociación de Emprendedores de Latinoamérica (Asela) ha identificado que entre las principales problemáticas a las que se enfrentan los emprendedores latinoamericanos está el bajo acceso a financiamiento, debido a que menos de 20% de las pymes puede acceder al sistema financiero, sin considerar a las microempresas, cuyo acceso es prácticamente nulo. A esto, se suma un sistema desigual en el que los empresarios más pequeños deben acceder a tasas de interés cinco o seis veces más altas que las empresas grandes, o se ven obligados a recibir pagos a 90 o 120 días siendo proveedores del Estado o de grandes compañías.
En ese sentido, Juan Pablo Swett sostiene que es clave que los organismos bancarios y financieros de cada país regulen las tasas máximas en favor de las empresas más pequeñas, y que permitan el ingreso de otros actores al mercado, rompiendo las barreras existentes. Añade que los gobiernos deben tomar en consideración que esto no solamente ayudaría al desarrollo y sostenibilidad de los emprendimientos, sino que está comprobado que colabora con el incremento de la formalización en el país lo que se traduce a un mejor desempeño para todos.
¿Y qué sucede con los emprendimientos sociales?
En lo que respecta a los emprendimientos con impacto social, la situación es aún más difícil. Este tipo de emprendimientos, si bien adoptan una lógica empresarial al igual que el resto de empresas, buscan abordar una problemática social y contribuir con su solución. No se enfocan únicamente en la rentabilidad empresarial, sino también en el impacto social sobre determinados grupos de interés.
Frente a esto, surgió Protagonistas del Cambio UPC, programa cuyo objetivo es fortalecer las capacidades y competencias de los emprendedores sociales en etapa temprana, reconociendo la importancia de este tipo de empresas para el desarrollo del país. Según Javier García Blásquez, Coordinador de Protagonistas del Cambio, además de los típicos problemas que tiene un emprendedor, en el caso del emprendedor social se observa una falta de herramientas técnicas en la gestión financiera y en el modelo de negocio. Hacen falta los conocimientos para poder abordar adecuadamente los temas numéricos, de esa manera, las organizaciones deberían apuntar a desarrollar este ámbito entre los futuros empresarios, añade.
El emprendedor peruano, entonces, se enfrenta a múltiples dificultades, pero actualmente se observan diversos emprendimientos que despegan. Los jóvenes, hoy en día, buscan independizarse y generar sus propios ingresos; por esto, a pesar de los obstáculos existentes, el número de empresas sigue incrementando.