La ley de insurrección que puede aplicar Donald Trump en Los Ángeles

El presidente de Estados Unidos amenazó con aplicar la Ley de Insurrección para mitigar las protestas en Los Ángeles.
Donald Trump en Los Ángeles: El mandatario ya envió a la Guardia Nacional sin autorización del gobierno local. |
Fuente: Ilustración

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La ciudad de Los Ángeles atraviesa una etapa de alta tensión por las protestas generadas tras una serie de redadas migratorias masivas llevadas a cabo por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). Ante el aumento del caos en las calles, el expresidente Donald Trump ordenó el despliegue de la Guardia Nacional, a pesar de no contar con la aprobación del gobernador de California, lo cual encendió las alarmas en todo el país.

Para justificar el envío de tropas, Trump apeló al Título 10 del Código Federal, el cual le permite movilizar fuerzas militares en situaciones de insurrección, invasión o cuando las fuerzas del orden convencionales no pueden controlar la situación. Aunque no activó formalmente la Ley de Insurrección, dejó abierta la posibilidad. “Dependerá de si hay una insurrección o no” indicó el mandatario.

A través de su red social ‘Truth Social’, Trump calificó a los manifestantes como “insurrectos” y “grupos violentos financiados, aumentando la controversia y el debate público sobre si aplicará esta controvertida medida legal.

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Esto implica aplicar la Ley de Insurrección

La Ley de Insurrección, promulgada en 1807, otorga al presidente estadounidense el poder de desplegar tropas federales en territorio nacional para sofocar actos de violencia interna o rebelión. Esta legislación representa una de las herramientas más drásticas de intervención militar en asuntos domésticos.

Esta norma legal se compone de varios estatutos aprobados por el Congreso entre 1792 y 1871, que actualmente están incluidos en las secciones 251 a 255 del Título 10 del Código de Estados Unidos. Aunque está diseñada para usarse solo en situaciones extremas, la ley no establece criterios claros, otorgando así un poder considerable al mandatario para decidir cuándo activarla.

La última vez que se invocó esta ley fue en 1992, cuando el entonces presidente George H. W. Bush respondió a una solicitud del gobernador Pete Wilson para frenar los disturbios en Los Ángeles, ocurridos tras el polémico veredicto en el caso Rodney King. Ese precedente sigue siendo clave en el debate sobre la posible decisión de Trump.

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