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A partir del 1 de julio, los conductores en California enfrentarán un nuevo ajuste en el precio de la gasolina, como parte de una medida estatal que responde a la inflación. Las autoridades han decidido aplicar un incremento en el impuesto al combustible, una decisión que afectará tanto a los consumidores como a las empresas que dependen del transporte terrestre.
Aunque el aumento no ha sido bien recibido, no es una sorpresa. Cada año, el estado actualiza automáticamente las tasas impositivas del combustible en función del comportamiento inflacionario. Esto significa que, en lugar de aprobar nuevas leyes, el alza se activa sin necesidad de pasar por el Congreso estatal.
Patrick De Haan, analista de GasBuddy, explicó al medio KSBY que esta decisión fue diseñada precisamente para evitar debates políticos cada año. "Al indexar los impuestos con la inflación, los legisladores pueden mantener los incrementos sin tener que votar por ellos", indicó el experto.
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El nuevo precio de la gasolina en California desde el 1 de julio
El impuesto estatal sobre la gasolina subirá de 59.6 a 61.2 centavos por galón, mientras que el diésel pasará de 45.4 a 46.6 centavos por galón. Aunque parezca una subida leve, esta variación puede generar un efecto dominó en los precios del transporte y los bienes de consumo.
Este incremento en los impuestos a los combustibles se reflejará especialmente en el transporte de mercancías, ya que el diésel es el principal motor de la logística terrestre. Como resultado, los consumidores podrían ver un aumento en los precios de productos y servicios en los próximos meses.
Finalmente, la Asociación de Contribuyentes de California recuerda que este tipo de aumentos son parte de una tendencia constante. En los últimos 10 años, la tarifa de la gasolina se ha más que duplicado, siendo uno de los incrementos más notables el de 2017 con 12 centavos adicionales por galón, tras la aprobación del Proyecto de Ley del Senado.