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Miles de inmigrantes en Texas usan los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés) para alimentar a sus hijos. Ahora el gobernador Greg Abbott quiere limitar los artículos que se pueden comprar con este programa.
El mandatario de Texas solicitó permiso al gobierno federal para que los beneficiarios del programa SNAP (antes conocido como ya no puedan usar su tarjeta para comprar refrescos, dulces y alimentos ultraprocesados. La solicitud fue enviada a la Secretaría de Agricultura de Estados Unidos como parte de un esfuerzo de “mejorar la salud y calidad de vida de los texanos de bajos ingresos”.
Este programa ayuda a personas con ingresos bajos a comprar comida. En Texas, más de 3.2 millones de personas reciben esta ayuda cada año. Un hogar de tres personas puede recibir hasta U$D 768 al mes.
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Medida replicada en otros estados
Texas no es la única región que busca cambiar las reglas del programa SNAP. Iowa, Arkansas, Indiana y Nebraska también han pedido este tipo de permisos en los últimos meses.
Todo esto forma parte de la nueva campaña federal llamada “Make America Healthy Again”, impulsada por el Departamento de Agricultura y la Secretaría de Salud. El debate sobre qué se puede comprar con SNAP no es nuevo.
Pero en un estado como Texas, donde miles de inmigrantes dependen de estos beneficios, cualquier cambio puede tener un impacto grande en la mesa de muchas familias.