por Armando Gallegos
Redactor
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A fines de mayo, las representaciones diplomáticas de Estados Unidos suspendieron temporalmente las citas para estudiantes extranjeros. Sin embargo, tras nuevas directrices emitidas por el Departamento de Estado, las solicitudes han sido reanudadas con un enfoque mucho más riguroso. Ahora, se exige un análisis detallado del comportamiento digital del solicitante, especialmente en redes sociales.
Las actitudes consideradas ofensivas hacia el Gobierno de Estados Unidos, su población, instituciones o valores fundamentales, podrían justificar una negativa a la visa. Esta medida aplica tanto a quienes solicitan una visa por primera vez como a aquellos que buscan renovarla. El objetivo principal es prevenir el ingreso de personas que representen posibles riesgos para la seguridad nacional.
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La normativa indica que las embajadas y consulados deben recopilar un “perfil completo” del solicitante. Esto implica evaluar toda su actividad en línea, no solo en redes sociales, sino también mediante motores de búsqueda y bases de datos disponibles. El ocultamiento o la privacidad estricta de perfiles puede considerarse sospechoso.
La estrategia central de esta política es identificar posibles amenazas a través del análisis digital. Se presta especial atención a expresiones de odio, vínculos con grupos extremistas o contenido antisemita. Los funcionarios consulares deben realizar una revisión integral antes de emitir una decisión.
Este nuevo enfoque se enmarca en un contexto político restrictivo. El gobierno estadounidense, bajo una línea dura en temas migratorios, ha aumentado el control sobre las visas estudiantiles, incluso en instituciones de renombre como Harvard. Esta situación genera incertidumbre entre jóvenes extranjeros, aunque muchos aún mantienen la esperanza de estudiar en Estados Unidos.
En cuanto a los plazos, las solicitudes de estudiantes F-1 y médicos J-1 tendrán prioridad, especialmente si el centro educativo al que aplican tiene una baja proporción de alumnos internacionales. Los antecedentes políticos del solicitante también serán considerados, sobre todo si están ligados a protestas violentas o extremismo.
