Las condiciones extremas del domo de calor en Estados Unidos están convirtiéndose en una amenaza cada vez más letal para millones de personas. Este fenómeno, también conocido como la “cresta de la muerte”, ha provocado temperaturas entre 8 y 17 grados Celsius por encima del promedio, y en algunos casos ha resultado más mortal que huracanes y tornados.
La intensidad del calor no solo afecta el bienestar físico de las personas, sino que también altera el entorno, agrava la sequía, agota las cosechas y pone en jaque la infraestructura urbana. Las autoridades han activado protocolos de emergencia y estrategias de enfriamiento, pero el problema persiste con cada verano más intenso.
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Así se forman los domos de calor
El domo de calor se origina cuando un sistema de alta presión atmosférica permanece sobre una región durante varios días o semanas. Esta masa de aire se comprime y calienta progresivamente, impidiendo la circulación normal del aire y atrapando el calor en niveles peligrosos.
Con la falta de lluvias y nubosidad, la acumulación de calor se vuelve insostenible. El suelo se seca rápidamente y pierde su capacidad de enfriar el ambiente, lo que agrava aún más la situación.
Impacto en la salud y medidas urgentes
Según el Servicio Meteorológico Nacional de EE.UU., el domo de calor representa una seria amenaza para la salud pública. El golpe de calor, la deshidratación y el agotamiento térmico son consecuencias comunes y, en casos extremos, pueden llevar a la muerte.
Las autoridades han implementado centros de enfriamiento en las ciudades más afectadas, como Phoenix, Houston, Dallas y Las Vegas. También han difundido alertas para que la población limite su exposición al sol y mantenga una hidratación constante.
Las personas más vulnerables, como los niños, adultos mayores y animales domésticos, requieren atención especial. Es vital que cuenten con acceso a agua y espacios frescos.
Un fenómeno creciente por el cambio climático
El cambio climático ha intensificado la frecuencia y duración de los domos de calor. Aunque algunas ciudades han empezado a aplicar medidas como pavimentos reflectantes, arborización urbana y estrategias comunitarias, la amenaza sigue creciendo.
En el este del país, las temperaturas alcanzan los 38 °C con facilidad, mientras que en estados del oeste como Nevada, Arizona y California se han registrado valores que superan los 49 °C. La falta de aire en movimiento impide la formación de tormentas y acentúa las condiciones de sequía.
Consejos básicos para afrontar el calor extremo
- Evite exponerse al sol en las horas más calurosas del día.
- Manténgase hidratado permanentemente.
- Verifique que niños, adultos mayores y mascotas estén bien protegidos.
- Tenga a la mano ventiladores o sistemas de enfriamiento alternativos.
Con la llegada de un verano que se perfila más extremo que los anteriores, estar preparado no es solo una recomendación, sino una necesidad vital.
