A medida que California se encamina hacia un futuro más limpio, los cambios en sus políticas ambientales podrían impactar significativamente el precio de la gasolina. El próximo 8 de noviembre, la Junta de Recursos del Aire de California (CARB) votará sobre la propuesta de modificar el Estándar de Combustible Bajo en Carbono, lo que podría elevar aún más los precios en el estado, que ya registra las tarifas más altas de Estados Unidos.
El programa y su impacto en el precio del combustible
El Estándar de Combustible Bajo en Carbono, implementado desde 2011, es un sistema de créditos de U$D 2 mil millones que promueve el uso de combustibles más limpios en California, ofreciendo incentivos a las empresas para reducir las emisiones contaminantes. Sin embargo, este programa también aumenta los costos de producción para los combustibles tradicionales, costos que suelen ser trasladados al consumidor. La CARB estima que, actualmente, el programa añade entre 8 y 10 centavos por galón al precio en las estaciones de servicio.
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¿Hasta cuánto podría subir la gasolina?
El impacto potencial de las nuevas regulaciones es objeto de debate. En una evaluación preliminar, CARB sugirió que los cambios podrían agregar 47 centavos por galón de gasolina y hasta 59 centavos en el caso del diésel para 2025. Aunque la Junta ha aclarado que estas cifras no son una predicción definitiva, un informe reciente del Centro Kleinman de Política Energética de la Universidad de Pensilvania advierte que los ajustes en el programa podrían elevar el precio de la gasolina en California en 85 centavos por galón hasta 2030.
Créditos del video: Youtube | ABC10
Tensión entre economía y cambio climático
Mientras California avanza en su plan de eliminar gradualmente los combustibles fósiles para 2045, las inquietudes por el precio del combustible han desatado debates intensos. La propuesta de CARB enfrenta oposición tanto de ciudadanos preocupados por el aumento de costos como de la industria de combustibles y algunos legisladores, quienes consideran que los cambios podrían perjudicar la economía. Pese a ello, la presidenta de CARB, Liane Randolph, defiende la necesidad de estos ajustes para cumplir con las metas ambientales del estado, destacando que se busca una transición más acelerada hacia un futuro sin emisiones de carbono.