Durante un reciente discurso en Detroit, Donald Trump anunció una propuesta que busca aliviar la carga financiera sobre los propietarios de automóviles al permitir la deducción fiscal de los intereses de préstamos automotrices. Esta iniciativa recuerda a la desgravación de intereses hipotecarios que reduce el ingreso imponible de quienes detallan sus deducciones en sus declaraciones de impuestos.
Aunque a primera vista, esta propuesta podría parecer beneficiosa para los millones de estadounidenses con préstamos automotrices, los expertos advierten que la deducción probablemente beneficiaría en mayor medida a las personas con ingresos más altos que compran autos de lujo y detallan sus deducciones fiscales. Según Jaret Seiberg, analista de políticas en TD Cowen Washington Research Group, "esta medida no ayudaría a las ventas de automóviles de nivel básico, ya que la mayoría de estos compradores tienen ingresos más modestos y optan por la deducción estándar".
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¿Quiénes se beneficiarían realmente?
Según el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, en el segundo trimestre de 2024, más de 100 millones de estadounidenses tenían préstamos automotrices, con un saldo total de U$D1.63 billones. A pesar de esta cifra significativa, pocos se beneficiarían de la desgravación propuesta, ya que solo quienes detallan sus deducciones en las declaraciones fiscales podrían aprovecharla. De acuerdo con el IRS, solo el 9% de los contribuyentes detallaron sus deducciones en 2021, lo que significa que la gran mayoría de los estadounidenses no verían ningún cambio en sus impuestos.
Además, las personas con mayores ingresos suelen obtener un mayor beneficio de este tipo de desgravaciones. Por ejemplo, quienes están en la categoría impositiva más alta recibirían una deducción más sustancial en comparación con aquellos en las categorías más bajas. Según Leonard Burman, del Centro de Política Tributaria Urban-Brookings, "los hogares de ingresos altos serían los más favorecidos, mientras que los de ingresos bajos y medios apenas notarían la diferencia".
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Comparación con deducciones anteriores
Históricamente, el código tributario de EE.UU. permitía a los contribuyentes deducir los intereses de préstamos de consumo, incluidos los automotrices y las tarjetas de crédito, hasta la década de 1980. Sin embargo, estas deducciones fueron eliminadas en 1986 como parte de una reforma fiscal que buscaba simplificar el sistema. Hoy en día, solo los intereses de préstamos hipotecarios, estudiantiles y comerciales son deducibles, lo que ha limitado las oportunidades de ahorro fiscal para los consumidores.
En este contexto, la propuesta de Trump marca un intento de recuperar una parte de las antiguas deducciones, aunque con un enfoque en los préstamos automotrices.
