Zach Avery, un actor secundario que tuvo pequeños papeles junto a estrellas como Brad Pitt, fue sentenciado a 20 años de prisión federal y obligado a pagar U$D 230 millones a las víctimas de su esquema de estafa.
Primeros años y comienzo del fraude
Mientras estudiaba en la Universidad de Indiana, Avery conoció a Mallory Hague, con quien se mudó a Chicago para comenzar una vida juntos. Allí, abrió una tienda de zumos saludables mientras su novia buscaba trabajo como estilista. Avery compartió falsos correos electrónicos de Howard Schultz, fundador de Starbucks, para impresionar a Mallory. Tras descubrir su pasión por la actuación, la pareja se mudó a Hollywood, donde Avery se asoció con los hermanos Halivi para fundar la productora 1MM, que produjo varios filmes de terror y ciencia ficción.
Créditos del video: Youtube | ZEPFilms
El esquema Ponzi
En 2013, la productora comenzó a colaborar con Gustavo Montadón, exvicepresidente de distribución de Netflix en América Latina. Avery convenció a amigos de la infancia para que invirtieran en su empresa, prometiéndoles retornos del 40%. Recaudó un millón de dólares afirmando que vendería contenido a Sony, Netflix y HBO. En 2015, dos de sus amigos dejaron sus trabajos para crear JJMT Capital con Avery, recaudando 490 millones de dólares. Avery falsificó documentos y correos electrónicos de ejecutivos de Hollywood para mantener la apariencia de legitimidad.
Sin embargo, en 2021, el esquema se desmoronó cuando algunos inversores exigieron sus devoluciones y Avery no pudo continuar con los pagos. En abril de 2021, el FBI irrumpió en su residencia y lo acusó de fraude electrónico.
La sentencia
Avery se declaró culpable de fraude de valores y, el 14 de febrero de 2022, fue sentenciado a 20 años de prisión federal y a pagar U$D 230 millones en restitución. Antes de su sentencia, Mallory le pidió el divorcio, ya que no estuvo involucrada en los delitos de su esposo. La historia de Zach Avery es un recordatorio de cómo la ambición desmedida y la falta de escrúpulos pueden llevar al desastre, afectando tanto al estafador como a innumerables víctimas.