Cuando compras un boleto de lotería en Estados Unidos, estás adquiriendo más que una oportunidad de ganar un premio millonario; también estás asumiendo la responsabilidad de protegerlo. Este pequeño trozo de papel es, en esencia, un documento que valida tu participación y, si resulta ganador, el derecho a reclamar el premio.
Sin embargo, en caso de pérdida o robo, cualquier persona que lo tenga físicamente puede intentar reclamar el dinero. Para evitar esta situación, firmar tu boleto es una de las medidas más sencillas y efectivas que puedes tomar.
Una firma convierte el boleto en un documento personal e intransferible, asociándolo únicamente al titular que lo haya firmado. Las reglas de las loterías estatales en la mayoría de los casos exigen que el ganador presente el boleto original para reclamar el premio. Sin embargo, si este no está firmado, no hay manera de demostrar quién es el legítimo propietario.
Firmarlo inmediatamente después de la compra es una forma de prevenir posibles disputas y proteger tu derecho a cualquier premio que puedas ganar.
Te recomendamos
Protección simple, pero fundamental
Firmar tu boleto de lotería no solo es una medida preventiva, sino también un gesto que muestra tu responsabilidad como participante. Este simple acto evita que un hallazgo fortuito, o incluso una situación de robo, termine perjudicándote. En algunos estados, como California o Texas, se han reportado casos en los que la falta de una firma ha resultado en conflictos legales o pérdida de premios millonarios.
Además, es importante guardar el boleto en un lugar seguro hasta el momento de verificar los resultados. Si resulta ganador, también se recomienda consultar con un abogado o un asesor financiero antes de reclamar el premio, especialmente para manejar adecuadamente los impuestos y planificar su uso.
Créditos: La Opinión LA | @laopinion