Cuando recibió en junio del 2023 su reconocimiento en el Congreso de Estados Unidos como uno de los 10 médicos más destacados del estado de Florida, Carlos Riveros no pudo evitar reflexionar sobre su camino.
La inseguridad en Colombia a finales de los noventa lo llevó a tomar una decisión radical: emigrar a Estados Unidos. Con dos hijos y uno en camino, y sin saber inglés, dejó atrás su país con la esperanza de mejores oportunidades. Esa decisión, que en su momento fue tomada con incertidumbre, lo llevó a enfrentar enormes desafíos, desde aprender un nuevo idioma hasta validar sus estudios en un sistema completamente distinto.
Al llegar a Estados Unidos, Riveros tuvo que volver a los libros. A pesar de ser un médico especialista, debía aprobar cuatro exámenes para poder ejercer. Sus jornadas comenzaban a las 6 de la mañana y se extendían hasta las 2 de la madrugada, dividiéndose entre estudiar, aprender inglés y trabajar para mantener a su familia
De las dificultades al éxito
Después de dos años de arduo esfuerzo, Riveros aprobó los exámenes y fue aceptado en un programa de residencia en Medicina Interna en Harrisburg, Pensilvania, lejos de su cálida Cartagena. Allí pasó tres años readaptándose a un sistema médico en otro idioma. Finalmente, regresó a Florida, donde una empresa reconoció su talento y le ofreció un contrato de cinco años. Pero Riveros, siempre en búsqueda de más, decidió arriesgarse de nuevo al finalizar ese contrato.
La Fundación de United Medical Specialties
Así nació United Medical Specialties, su propia clínica en Coral Gables, Miami. Comenzó en una pequeña oficina, pero con perseverancia fue ampliando los servicios y atendiendo a las necesidades de la comunidad latina. Hoy, su clínica cuenta con dos consultorios, un equipo de 12 personas y atiende a más de 50 pacientes diariamente. Riveros destaca que construir algo así no es fácil, pero su disposición y dinamismo lo impulsaron a seguir adelante, siempre buscando nuevas oportunidades para servir.
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