En el mundo de la numismática, donde cada pieza cuenta una historia, la innovación digital ha comenzado a dejar su huella. Estados Unidos ha sido testigo del surgimiento de las llamadas monedas “NFT” (tokens no fungibles, por sus siglas en inglés), una fusión entre el coleccionismo tradicional y la tecnología blockchain.
Este nuevo concepto ha abierto las puertas a una generación de coleccionistas digitales que buscan autenticidad, rareza y valor, pero sin necesidad de manejar objetos físicos.
Las monedas NFT no reemplazan a las monedas de metal tradicionales, sino que las complementan. Son versiones digitales de monedas reales o conmemorativas, registradas en blockchain para garantizar su autenticidad y evitar falsificaciones.
La Casa de la Moneda de Estados Unidos (U.S. Mint) aún no ha lanzado oficialmente una línea de monedas NFT, pero empresas privadas ya están desarrollando sus propias versiones, muchas veces en colaboración con artistas digitales y usando temáticas patrióticas, históricas o culturales del país.
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Por esta razón están ganando relevancia
Las monedas NFT son representaciones digitales únicas que viven en plataformas blockchain como Ethereum. Al igual que una moneda física rara, una moneda NFT puede tener un tiraje limitado, un diseño exclusivo y un valor que fluctúa según la demanda del mercado. Lo que las hace especialmente atractivas es que, al estar almacenadas digitalmente, no sufren deterioro físico, pueden intercambiarse de forma instantánea y su procedencia está siempre verificada.
En EE. UU., la popularidad de estas monedas ha crecido entre coleccionistas jóvenes y entusiastas de las criptomonedas. También están ganando terreno como inversión alternativa, ya que algunas ediciones especiales se han vendido por miles de dólares en plataformas como OpenSea o Rarible. Además, instituciones culturales han comenzado a explorar esta vía para preservar digitalmente el patrimonio numismático, con réplicas NFT de monedas históricas.
Créditos: Coinaddicts | @coinaddicts
