Lo que para muchos parece una moneda más, para los coleccionistas representa un tesoro. Un centavo Lincoln del año 1909 con ciertos detalles poco comunes puede alcanzar un valor que pocos imaginarían: hasta U$D 94 000. Su rareza se debe a una combinación de factores históricos y de producción que lo hacen prácticamente único en el mercado de la numismática.
El centavo en cuestión fue emitido en agosto de 1909 y causó sensación por incluir, por primera vez, la imagen de Abraham Lincoln. Pero el entusiasmo inicial pronto dio paso a la controversia: las iniciales del diseñador, Victor David Brenner (VDB), se consideraron demasiado prominentes en el reverso, lo que motivó al Tesoro de Estados Unidos a retirar la versión apenas cuatro días después de su lanzamiento.
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La escasez que lo convirtió en una joya de colección
Las monedas que lograron circular antes del retiro oficial se volvieron piezas de colección casi inmediatamente. Pero lo que dispara su valor a cifras extraordinarias es una variante específica: aquellas acuñadas en la Casa de Moneda de San Francisco. Estas llevan la letra “S” bajo la fecha y son conocidas como los codiciados centavos 1909-S VDB.
Actualmente, si estas monedas están en excelente estado —con su tono cobrizo original, brillo intacto y sin desgastes— pueden llegar a venderse hasta en U$D 94 000. Incluso en condiciones menos óptimas, su valor se mantiene en miles de dólares debido a su escasez.
Así identificas el centavo Lincoln 1909-S VDB
La clave para saber si tienes en tus manos una de estas joyas está en tres elementos visibles en la moneda:
- La fecha 1909 en el anverso.
- La letra “S” justo debajo de la fecha, indicando que fue acuñada en San Francisco.
- Las letras “VDB” al reverso, en la parte inferior.
Cumplir con estas tres condiciones convierte un centavo ordinario en uno de los más buscados por coleccionistas a nivel mundial.
Todavía podrían existir en algún lugar
Aunque muchos de estos ejemplares ya forman parte de colecciones privadas o se han subastado en sitios especializados, algunos expertos creen que aún pueden encontrarse olvidados en frascos de monedas antiguas, herencias familiares o incluso en circulación.
Si llega a tus manos un centavo con estas características, es fundamental no limpiarlo ni manipularlo demasiado. La conservación del estado original es determinante en su cotización. Lo mejor es acudir a una casa numismática o a un especialista para autenticar la pieza y obtener una estimación de su valor actual.