Rex Goldbaum, coleccionista de 23 años, explicó para el The New York Times que prefiere monedas tangibles a criptomonedas por su valor histórico y su conexión con el pasado. Esta pasión por la numismática, que data del Imperio Romano, refleja una nostalgia que une a generaciones a través de símbolos de poder y cultura.
Una encuesta de la Royal Mint reveló que la Generación Z es la más propensa a coleccionar monedas, con dos de cada cinco jóvenes ya teniendo una colección. Este interés por lo tangible en un mundo digital refuerza el valor histórico de las monedas como símbolos de permanencia.
Créditos del video: Youtube | Treasure Town
La tecnología como impulso y las inversiones
Contrario a la creencia común, el coleccionismo de monedas ha evolucionado con la tecnología. Plataformas como Instagram y aplicaciones como LuckyCoin facilitan la compra y venta de monedas, mientras que las casas de moneda innovan con monedas que brillan en la oscuridad o se pueden escanear con teléfonos móviles. Incluso los NFTs (criptomonedas) han entrado en la numismática, ofreciendo monedas digitales para compra y venta.
Además de su valor histórico, las monedas pueden ser una inversión lucrativa. Monedas raras o con errores de acuñación pueden alcanzar precios elevados. En 2023, la industria del coleccionismo de monedas estaba valorada en U$D 18.1 mil millones y se proyecta que podría alcanzar los U$D 44 mil millones en la próxima década.