Un reciente fallo judicial en Estados Unidos frenó parte de la política impulsada por Donald Trump que restringía el uso del marcador de género “X” en los pasaportes. La jueza federal Julia Kobick, nombrada por Joe Biden, determinó que la medida vulneraba los derechos de la comunidad transgénero y no binaria, permitiendo temporalmente que las personas puedan solicitar documentos que reflejen su identidad de género.
La resolución surgió tras una demanda liderada por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), que sostuvo que la norma imponía un trato discriminatorio y arbitrario contra quienes no se identifican con los sexos masculino o femenino. Kobick respaldó estos argumentos, indicando que la política no cumplía con el principio constitucional de igualdad de protección, pilar esencial en las leyes estadounidenses.
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Fallo judicial respalda derechos de identidad de género
La jueza Kobick ordenó que el Departamento de Estado detuviera la implementación de la política de pasaportes creada durante la administración Trump. De acuerdo a su sentencia, la Orden Ejecutiva 14168 y la política derivada clasificaban a los solicitantes exclusivamente en función del sexo biológico, lo que debía ser sometido a un escrutinio judicial más riguroso.
En su fallo, Kobick escribió que el gobierno no logró justificar de manera sustancial que su política respondiera a un interés gubernamental importante. Según el tribunal, imponer solo los marcadores masculino o femenino resultaba en una clasificación discriminatoria basada en prejuicios irracionales, contraria a la protección igualitaria garantizada por la Constitución de Estados Unidos.
La administración revirtió avances en derechos de la comunidad LGBT
El endurecimiento de las normas para los pasaportes comenzó el 20 de enero de 2025, cuando Donald Trump firmó la Orden Ejecutiva 14168. Esta directiva instruyó a las agencias federales a reconocer únicamente los sexos masculino y femenino, eliminando la posibilidad de usar un marcador de género neutro como el “X”.
Como resultado, a partir del 7 de febrero de 2025, el Departamento de Estado rechazó las solicitudes que pedían un cambio de marcador de género diferente al asignado al nacer. Esta política anuló avances implementados bajo el mandato de Joe Biden, quien en 2022 había permitido a los ciudadanos elegir un marcador neutro sin necesidad de documentación médica.
El equipo legal de la ACLU, que representa a los demandantes, advirtió que la política impulsada por Trump no solo afectaba el acceso a documentación oficial, sino que también perpetuaba la exclusión y estigmatización hacia las personas transgénero y no binarias en espacios oficiales.